lunes, 5 de diciembre de 2022

TUTORÍAS, SEÑORA CONSEJERA, SON TODAS (Alfredo Aranda Platero, Vicepresidente Sindicato PIDE)

 “Sin duda que la función tutorial en la ESO es importante, eso nadie lo discute, pero igual que lo es en educación infantil, en educación primaria, en bachillerato, en formación profesional…”

 

Por mucho tiempo que lleve en el mundo educativo y sindical no me acostumbro a leer y escuchar disparates que, en muchas ocasiones, son de dimensiones extraordinarias, como los que hace pocos días, en medios informativos, decía nuestra Consejería de Educación y Empleo, al hilo de la sentencia judicial ganada por PIDE para el pago de tutorías en Bachillerato (y que forma parte, además, de la batería de demandas judiciales para que todos los cuerpos y enseñanzas cobren el complemento de tutoría que les corresponde, en breve tendremos sentencias que reconocerán el complemento también en infantil, en primaria, en FP…).

Según interpreta la Consejería la acción tutorial es en la ESO donde cobra un papel destacado y primordial y por eso está remunerada. En el resto de etapas, cuerpos y especialidades dicha función, según el razonamiento fallido de la Administración Educativa, tiene una importancia menor y por esa razón no se retribuye. ¿Cómo digerir tamaño disparate? Sin duda que la función tutorial en la ESO es importante, eso nadie lo discute, pero igual que lo es en educación infantil, en educación primaria, en bachillerato, en formación profesional…, en definitiva, es importante e imprescindible en todos los cuerpos, niveles y enseñanzas. Y las razones por la que esto es así, las conocen perfectamente los 17.000 docentes que hay en Extremadura y, por tanto, es de una enorme torpeza, además de ser una ofensa para miles de tutores, que la administración por el solo hecho de retrasar el pago inevitable de la función tutorial a todos los tutores, haga declaraciones tan torpes y desacertadas. 

El día 5 de julio el juzgado de lo contencioso nº 1 de Badajoz notificó al Sindicato PIDE que había ganado una sentencia que reconocía el pago del complemento de tutorías para Bachillerato con una retroactividad de 4 años. Repito, con una retroactividad de 4 años. La sentencia dice, claramente, que la administración demandada, pese a que ha procedido a regular y establecer el citado complemento para unos docentes y no otros, lo ha hecho con desigual trato, contrariando la normativa que no establece distinciones entre etapas educativas, privando de un derecho consagrado por una Ley Orgánica a los profesores y considera que dicha Administración demandada está obligada por la norma estatal a la regulación de dicho complemento para todas las fases y etapas educativas.

Consecuentemente PIDE presentó, en su momento, demandas judiciales reclamando el pago del complemento de tutoría a los tutores de todos los cuerpos independientemente de la enseñanza que estén impartiendo (infantil, primaria, formación profesional, adultos, EOI…). 

El día 17 de octubre ya fueron los juicios de infantil y primaria y en diciembre será el de formación profesional. Asimismo, PIDE presentó el 13 de junio de 2022, una demanda global que aglutinaba la petición del pago del complemento de tutoría a todos los cuerpos y especialidades, de la que estamos esperando también sentencia.  El juez que debe de sentenciar sobre estas próximas demandas tiene el camino marcado por la jurisprudencia de la primera sentencia positiva conseguida por los servicios jurídicos de PIDE.

Incomprensiblemente la Consejería de Educación ha presentado Recurso de Casación al Tribunal Supremo, con el fin de retrasar un poco más el pago del complemento a todos los tutores, así como el abono con efecto retroactivo de hasta 4 años atrás y entorpecer la extensión de los efectos de la sentencia a todos los tutores. Pero lo único que conseguirán es ganar un poco de tiempo, dado que los fundamentos de la sentencia son incontestables. Tanto es así que existe la posibilidad cierta de que no se acepte a trámite el Recurso de Casación de la Consejería y si lo aceptaran, la sentencia del Supremo abriría el camino para que todos los tutores cobraran el complemento de tutorías también en el resto de comunidades que pudieran estar en la misma situación que en Extremadura. 

Desde PIDE seguiremos luchando por los derechos de los docentes que trabajan en la educación pública, buscando con ello la mejora de las condiciones laborales y económicas y seguiremos demandando, judicialmente si es necesario, los incumplimientos e injusticias que perjudiquen a los docentes extremeños que trabajan en la educación pública.

 

 

jueves, 24 de noviembre de 2022

"¿QUIÉN DEFIENDE LA EDUCACIÓN PÚBLICA EXTREMEÑA?" ( Alfredo ARANDA PLATERO)

 La Educación Pública es el pilar que garantiza el futuro de nuestra sociedad democrática. Es una obligación defenderla. No hacerlo supone negar el futuro a nuestros alumnos como individuos únicos e irrepetibles que merecen un mundo mejor. Hay una realidad palmaria que no gusta a determinadas organizaciones, pero que no es discutible: «Actualmente las necesidades de escolarización de todas las localidades extremeñas donde hay centros concertados pueden ser cubiertas por la red pública y, por tanto, no haría falta concertar ninguna unidad con centros privados». Los datos confirman esta máxima que hemos repetido hasta la saciedad, no es una cuestión de opinión; es una verdad demostrable y la administración y todos los sindicatos son conscientes.

Las organizaciones que aseguran que defienden la educación pública, pero no piden la retirada de los conciertos educativos innecesarios no están defendiendo la educación pública. Así de simple. Porque el mantenimiento de dichos conciertos es a costa de suprimir unidades en la pública e, incluso, cerrar centros públicos completos como ocurrió con el CEIP Juan XXIII de Mérida (PIDE es el único sindicato que ha interpuesto una demanda judicial contra el cierre del centro y que está aceptada a trámite por el juzgado). Y llegaremos al Supremo o al Constitucional si es necesario. 

¿Quién defiende realmente la educación pública? Una prueba clara la encontramos, por ejemplo, en las reuniones de las comisiones de escolarización donde PIDE exige eliminar conciertos antes de suprimir unidades en la pública, y los demás sindicatos presentes callan cuando asisten y, en la mayoría de las ocasiones, ni siquiera aparecen.

Por muy grande que sean los calendarios que algunas organizaciones sindicales lleven a los centros para intentar esconder sus vergüenzas, no es suficiente para tapar el daño que le hacen a la educación pública con su actitud complaciente con los conciertos educativos innecesarios. Unos sindicatos porque tienen representación en el educación concertada miran para otra parte; otros, porque ideológicamente la privatización subvencionada de la educación cuadra con sus posicionamientos ideológicos, sufren de ceguera selectiva y, mientras, la educación pública es desmantelada ante la indiferencia de todos ellos. 

La educación pública es única e incomparable, porque compensa desigualdades sociales, porque es verdaderamente gratuita e inclusiva, porque sus docentes han pasado un proceso de selección basado en los principios de igualdad, mérito y capacidad, porque es un servicio público y no un negocio… Los progenitores que quieran que sus hijos reciban educación en un centro privado deberían costearlo de su bolsillo. La educación pública es la única que debería estar sostenida con fondos públicos.

La LOMLOE dice que «la educación pública constituye el eje vertebrador del sistema educativo», y que las Administraciones educativas garantizarán el derecho a la educación «mediante una oferta suficiente de plazas públicas». También aclara, de forma taxativa, que «Las Administraciones educativas promoverán un incremento progresivo de puestos escolares en la red de centros de titularidad pública». Por lo que no se comprende que las autoridades educativas no respeten una Ley Orgánica y que determinados sindicatos sean cómplices de esta violación de los principios básicos marcados por la legalidad.

En PIDE seguiremos defendiendo a la educación pública y a sus docentes, seguiremos pidiendo el cierre de los conciertos educativos innecesarios, seguiremos acudiendo a los tribunales de justicia cuando la ocasión lo requiera… En definitiva, seguiremos actuando en beneficio de todos como siempre lo hemos hecho.

*Vicepresidente del sindicato PIDE

lunes, 21 de noviembre de 2022

PRÓXIMA PARADA JUDICIAL, LUXEMBURGO (Alfredo ARANDA PLATERO)

 

La propensión que tienen los sindicatos tradicionales de usurpar hasta la osamenta de quienes tienen la osadía de utilizar la democracia para disputarles su subvencionada hegemonía, se volvió a poner de manifiesto en las últimas elecciones sindicales del sector de empleados públicos. Hace casi cuatro años ya de los últimos comicios electorales en los que el Sindicato del Profesorado Extremeño, PIDE (educación), SGTEX (administración general) y SAE (sanidad), unieron fuerzas para convertirse en la segunda lista, muy cerca de la primera, más votada de la Junta de Extremadura a nivel global, con  derecho a entrar en  la Mesa General y poner un poco de orden en un organismo donde se suelen perpetrar agravios contra los funcionarios extremeños. 

Conseguimos, sobradamente, el porcentaje para pertenecer en dicha mesa, pero nos impidieron la entrada (llegaron, incluso, a plantar frente a la puerta de la sala de reuniones personal de seguridad para impedir nuestro acceso), no sea que fuéramos a perturbar el contubernio en el que cohabitan CSIF, CCOO y UGT y la administración de turno.

Igual les dio que presentásemos el correspondiente certificado emitido por el Servicio de Trabajo y Sanciones de la Dirección General de Trabajo, así como con las actas electorales sindicales adscritas a las Unidades de Mediación, arbitraje y conciliaron de Badajoz y Cáceres.

El Informe de la Dirección General de Trabajo aclaró que la suma de votos de PIDE, SGTEX y SAE era perfectamente legal, de hecho el informe dijo de forma taxativa que: «…desde la perspectiva de la libertad sindical, puede ser suficiente para eximir de esta eventual obligación a las organizaciones sindicales de nivel inferior cuyo resultados electorales pretenda agregarse a los de aquella entidad superior, siempre que se acredite, mediante pruebas fehacientes, que hay entre ellas vinculación orgánica, cuestión esta que aquí no ha sido controvertida»

Sindicatos tradicionales y vicepresidenta del gobierno de Extremadura, asociados para subvertir la legalidad utilizando todas las artimañas posibles para impedir que tres sindicatos incorruptibles y molestos estuvieran en la Mesa General; tanto es así, que hemos acudido al Tribunal de Justicia de la Unión Europea y estamos a la espera de sentencia. PIDE pertenece con fuerte representación a la Mesa Sectorial que es donde se sustancian las cuestiones que más benefician a los docentes y, por tanto, es la verdaderamente importante para nosotros; pero estar presentes en la Mesa General sería un buen complemento para ampliar la lucha a favor de todos los funcionarios: docentes, administración general y sanidad. Este año, en las elecciones del próximo 1 de diciembre, ya protegidos legalmente para evitar que se vuelva a alterar la legalidad, entraremos en la Mesa General. 

Los  sindicatos tradicionales CSIF, CCOO y UGT, aprovechando el influyo que ejercen sobre la Consejera de Hacienda y Administración Pública, impiden el acceso a cualquier otra organización sindical con más derecho que ellos. Que la administración se pliegue a los intereses espurios de los sindicatos tradicionales, estimo, forma parte de provechosos pactos para todas las partes.

Una política capaz de transitar por la ignominia con esa naturalidad no debería formar parte de ningún gobierno; hermética, por añadidura, a cualquier petición de cumplir con la legalidad; inmune al remordimiento de tratar al sindicalismo libre, con derechos adquiridos en las urnas, como si de un usurpador se tratase; envilecida por el endiosamiento del poder que la protege, piensa, del imperio de la Ley. En toda esta espesura es en la que mueve la Consejera de Hacienda y sus sindicatos subvencionados.

Por si fuera poco todo lo anteriormente expuesto, el miércoles 21 de diciembre de 2020 se llevó a cabo el intento de estafa más execrable de los que tengo recuerdo. Se publicó en el DOE la Resolución de la “modificación del Acuerdo […] sobre derechos y garantías sindicales”, donde se pretendía blindar los privilegios de CSIF, UGT y CCOO  para que no tuvieran ni siquiera que presentarse a las elecciones pare entrar en Mesa General y Mesas sectoriales. Una sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Extremadura impidió cometer la ilegalidad pretendida y anuló dicha parte vergonzante del acuerdo. Solo el intento de estrangular la democracia demuestra la catadura moral en la que todos ellos cohabitan y convierte a la Consejería de Hacienda y Administración Pública en un organismo con preocupantes tintes feudales. 

Son fuertes las ligaduras que sujetan a los sindicatos de clase a la administración y delgada la membrana que los separa de la presunta prevaricación. La señora consejera y sus sindicatos de cabecera excluyen por la vía de hecho a todo aquel que pretende formar parte la Mesa General aunque tenga el aval democrático de los votos. Cuando tengamos la sentencia europea, ya será tarde, pues habrán pasado más cuatro años desde el 4 de diciembre de 2018. Pero los funcionarios, estatutarios y laborales tendrán la oportunidad en las elecciones sindicales del día 1 de diciembre de 2022 de emitir su propia sentencia. 

Alfredo Aranda (Vicepresidente Sindicato PIDE)

martes, 15 de noviembre de 2022

"TIRAR LA PIEDRA Y ESCONDER LA MANO" (Alfredo ARANDA PLATERO, Vicepresidente Sindicato PIDE)

 

"El pacto entre sindicatos tradicionales y Gobierno no garantiza la funcionarización de la mayoría del colectivo de funcionarios docentes interinos de las listas de Extremadura;  si acaso, y con suerte, de una minoría".

Eso de “tirar la piedra y esconder la mano” es tan viejo como el mundo, y en el ámbito sindical, actualmente, se da con mucha frecuencia; de hecho, se ha convertido en una técnica que los sindicatos tradicionales utilizan con una inquietante normalidad.

El pasado 4 de noviembre, en la mesa sectorial sobre estabilización, el CSIF intentó evitar que lo relacionasen con el mal acuerdo de estabilización docente que mandará a la calle a infinidad de docentes interinos. Solicitó que se no se hiciera alusión en la Resolución por la que se convocará procedimiento de estabilización al Real Decreto 14/2021, de 6 de julio (BOE, núm. 161, de 07/07/2021).En dicho RD, en su preámbulo, aparece claramente que el CSIF firmó, junto con UGT y CCOO, el funesto acuerdo que estabilizará, como hemos dicho hasta la saciedad, plazas pero no a los interinos que las ocupan.

La administración educativa consideró conveniente echar una mano al CSIF y aceptó que no se hiciera alusión al Real Decreto en la Resolución que se estaba tratando en mesa. Pero, claro, un BOE no se puede borrar, un Real Decreto no se puede evaporar por arte de magia y, por tanto, el intento de ocultación es fallido porque en la página 4 de BOE donde se publicó la Ley 20/2021 dice, claramente: “Igualmente, en el marco del diálogo social, la propuesta se ha negociado con las organizaciones sindicales presentes en la Mesa General de Negociación de las Administraciones Públicas y se ha plasmado en un Acuerdo entre el Gobierno de España y las organizaciones sindicales CCOO, UGT y CSIF”.

Desde el Sindicato del Profesorado Extremeño, PIDE, consideramos pésimo el acuerdo de estabilización para los docentes interinos firmado en Madrid por el tripartido sindical, que es continuación del funesto acuerdo para la “mejora” del empleo público del 2017 que los mismos sindicatos tradicionales firmaron para estabilizar las plazas pero no a los interinos que las ocupaban. El pacto entre sindicatos tradicionales y Gobierno no garantiza la funcionarización de la mayoría del colectivo de funcionarios docentes interinos de las listas de Extremadura; si acaso, y con suerte, de una minoría. La Administración educativa no ha dado ningún margen de diálogo ni negociación en el proceso de estabilización. La consejería de educación se ha limitado a aplicar las prescripciones reguladas a nivel nacional, aquello recogido en la Ley 20/2021 firmada por la organizaciones sindicales tradicionales.

Los mismos firmantes del acuerdo de estabilización son conscientes del perjuicio que han provocado con este mal proceso de estabilización, por esa razón intentan salirse del foco y desviar las culpas solo para el Gobierno, cuando ellos fueron colaboradores necesarios. Otro acuerdo distinto era posible y no quisieron.

Por tanto, que cada palo aguante su vela. Estas tres organizaciones sindicales y el Gobierno de España han decidido llega a un acuerdo malo a sabiendas, porque han desoído las voces de alerta de otras organizaciones, como PIDE, SIDI, INSUCAN…, que advertimos que se estaban equivocando gravemente y dimos razones suficientes para que dicha firma no se produjera; pero, al final, haciendo oídos sordos a todos los avisos y alarmas, tiraron hacia adelante. 

Alfredo Aranda Platero.

viernes, 28 de octubre de 2022

TRAIDORES ( Alfredo ARANDA PLATERO, Vicepresidente Sindicato PIDE)

 Ya sabemos, los sindicatos traidores de siempre mejor que nadie, que en los próximos 3 años (entre 2022 y 2024) nos harán perder otro 5,5% de poder adquisitivo, aunque públicamente el devaluado sueldo de los funcionarios se incremente un insuficiente y engañoso 8%, del que un 2% está ya cobrado y añaden, además, a esta fórmula perversa, un 1,5% variable que no vale, ni siquiera, para compensar la inflación de 2022 que cerrará con una subida del 9% en el mejor de los casos. Y todo esto se suma a la pérdida de más de un 20% en la última década; es decir, que nos quitan un 25,5% de poder adquisitivo. Piensan que pueden engañarnos y equivocados andan. Todo lo que no sea partir de una subida del 20%, y no en tres años, sino para ya mismo, es una negociación falsa, es mantener el empobrecimiento, apenas reducido y, por tanto, supone negociar la pérdida.

Tanto CSIF como CC OO y UGT comparten culpas. Su única opción para defender a los funcionarios era no firmar y convocar una huelga general. Aunque el CSIF se desmarque estratégicamente del acuerdo, todos ellos son consentidores desde 2010 de la bestial pérdida de poder adquisitivo que ha sufrido el sector funcionarial. Todos ellos comparten la culpa, ahora solo falta que los funcionarios emitan su sentencia.

Es un engaño en tres actos: la ministra de Hacienda anuncia primero una subida pírrica, los sindicatos la rechazan; después, la Administración sube la apuesta y los sindicatos dicen que va por buen camino y, finalmente, el ministerio la sube una miseria más y los sindicatos CC OO y UGT dicen que ahora sí, que lo firmarán. CSIF se sale de la foto, para no parecer culpable, cuando es corresponsable de la actual situación de empobrecimiento del sector funcionarial. Todo esto estaba acordado previamente; ahora solo falta el titular de prensa con la foto de los dirigentes sindicales institucionalizados haciendo, con el brazo alzado y con los dedos índice y anular en «v» el signo de la victoria, o de «vendidos» según se podría interpretar por la pérdida brutal de poder adquisitivo que los funcionarios vienen arrastrando desde hace más de 12 años. Esta subida pactada en 3 años es un engaño que no permite recuperar el poder adquisitivo perdido y que ahonda en el empobrecimiento de los funcionarios. Lo primero que habría que hacer es recuperar el 100% de las retribuciones que nos recortaron en 2010, las pagas extra completas, la pérdida del 5% de media en las nóminas mensuales de funcionarios desde 2010 hasta el día de hoy… en definitiva, recuperar las pérdidas salariales que implementaron los gobiernos de Zapatero y Rajoy y que parece que Ministerio y sindicatos tradicionales creen que los funcionarios han olvidado.

¿Qué han hecho CSIF, UGT y CC OO en los últimos doce años para que los funcionarios hayan perdido más del 20% de poder adquisitivo? ¿Por qué ahora, a pocas semanas de las elecciones sindicales, escenifican una teórica negociación para recuperar menos de la mitad de lo que hurtaron y que se perdió para siempre? ¿Por qué esa exigua subida la planifican, además, en diferido? Todos conocemos, en realidad, las respuestas a estas cuestiones.

ALFREDO ARANDA PLATERO (Vicepresidente Sindicato PIDE)


lunes, 10 de octubre de 2022

EL SINDICALISMO TRADICIONAL HA MUERTO (Alfredo Aranda Platero)

 

Estar siempre instalado en la discordia me aflige como un remordimiento mal curado que anuncia su presencia alentando el insomnio vengativo cada noche. Pero no puedo evitar revelarme ante el desengaño que me produce ver cómo se ha deformado, hasta quedar en una sombra de lo que fue, el sindicalismo tradicional ya imbricado, sin remedio, en la estructura del Estado; con su propio presupuesto, como si de otro ministerio se tratase.


Estoy cansado pero, al mismo tiempo, sigo con la determinación intacta para seguir luchando. Son muchas las turbulencias emocionales que me provocan saber que el sindicalismo puro se ha descompuesto, fagocitado por la putrefacción producida por sus propias bacterias, y que de esa descomposición ha renacido otro «sindicalismo» distinto marcado por las impurezas de los contubernios con políticos y con patronales, y siempre dispuestos a poner la mano como vagabundos que en la escalinata de una iglesia piden limosna a las señoronas que van a expiar sus culpas ante el altísimo. Y son premiados, como gesto indecoroso, como prueba irrefutable del pago de su vasallaje, con miles de liberados, con generosas subvenciones y con cientos de cursos de formación que les son cedidos y, por supuesto, con la parcela de poder exigido para poner el monopolio sindical al servicio de los intereses espurios de quien los mantiene instalados en su actual estatus.

El sindicato en el que milito hace mucho tiempo, en el aún persiste la honestidad sindical, es la atalaya perfecta para observar como todo se ha ido degradando. La lucha sincera y contundente en favor del trabajador, ha dado paso a la servidumbre de aquellos sindicatos que ya no son, ni de lejos, lo que fueron. De aquel sindicalismo ya no les queda nada, ni los rescoldos; son, podríamos decir, un ectoplasma borroso, una apariencia mínima, un recuerdo perdido en el olvido, una trémula hoja que una tempestad ha barrido para siempre de la faz de la tierra.

El sindicalismo tradicional, su degradada y parasitada versión actual, domina como nadie la escenificación de la lucha haciéndonos creer que se enfrentan al Estado. Así, ufanos, victoriosos, salen a la calle cada primero de mayo a teatralizar una teórica fuerza de choque en defensa del trabajador. Con solemnidad catedralicia hacen sus grandilocuentes declaraciones a la sombra de las pancartas de un solo uso y, después, se desvanecen, en olor de santidad, como humo en el viento. Cuando yo sea anciano, si la providencia me permite tal logro, habré sido testigo de cómo, a lo largo de los años, el sindicalismo tradicional, asociado con el poder, perdida su esencia, traicionando su propia historia, se ha convertido en una triste y dolorosa caricatura de sí mismo.

El 3 de abril de 1919, después de 44 días de huelga, se firmó el decreto por el que se fijaba la jornada laboral de ocho horas diarias. En 1988, el 14 de diciembre, la huelga general de trabajadores consiguió que el gobierno subiera las pensiones ligándolas al IPC, que mejorara la protección por desempleo, que elevara el salario de los funcionarios, que se implementaran nuevas medidas como la asistencia social y las pensiones no contributivas. Estos son solo dos ejemplos de lo que era antes el sindicalismo y de lo que ya nunca volverá a ser.

Los sindicatos tradicionales ya no son combativos, solo pactan con el Estado aquello que parece que han negociado pero que, en realidad, ya habían acordado previamente para seguir con su relación mutuamente beneficiosa. Todo forma parte de un gran engaño, de una escenificación de desacuerdos pactados, de discrepancias fingidas, de acuerdos preacordados, de manifestaciones de diseño, de un día si acaso, previas a la firma de los acuerdos. Un gran teatro donde cada uno hace su papel y obtiene su beneficio.

El sindicalismo debe ser realmente independiente, incorruptible y alejarse de la equidistancia en la que se mantienen cómodamente instalados hoy en día y en la que pastan, como ovejas merinas en la tranquilidad de las dehesas, mientras el pastor las mete y las saca en el redil cuando quiere, dóciles y acostumbradas a la comodidad del camino marcado.

Todo esto que escribo en estas líneas lo hago desde el más profundo abatimiento, desde la tristeza más completa, porque creo en el sindicalismo combativo como fuerza transformadora de la sociedad. Para volver al sindicalismo libre sería necesario refundar a los sindicatos tradicionales que ya no combaten, que ya no se plantan frente a patronales y gobiernos; sino que caminan al lado, que van de la mano. Para que este sueño, el de volver a la esencia genuina, se hiciera realidad sus dirigentes deberían ser destituidos de sus puestos y dejar paso a otros que gestionaran la actividad sindical en la dirección correcta, renunciando a subvenciones y prebendas para ser verdaderamente libres de poder defender al trabajador. Pero no lo harán, porque ya han probado el sabor del poder y del dinero que los ha poseído como si de un espíritu maligno se tratara y no hay exorcismo posible que pueda liberarlos. Pero no todo está perdido, los trabajadores pueden obligarlos a cambiar, a volver a sus orígenes o, al menos, intentarlo. Las elecciones internas de cada organización y las elecciones sindicales de los diferentes sectores son un buen momento para  expresar ese deseo de la ciudadanía.

ALFREDO ARANDA PLATERO (Vicepresidente Sindicato PIDE)


martes, 27 de septiembre de 2022

LA SEMILLA DEL DIABLO SINDICAL ( Alfredo ARANDA PLATERO)

 La conocida como Organización Sindical Española (OSE), fue el único «sindicato» autorizado durante la dictadura franquista: nació en 1940 y se disolvió en 1977. En el mismo año y en el mismo mes que el pseudosindicato cesó su actividad, diciembre de 1977, nació el CSIF. Uno de los fundadores, y su primer presidente, Andrés Borderías Martín, fue candidato a procurador de Franco en Cortes Españolas; es decir, en román paladino, diputado franquista a dedo (ese mismo dedo que mandó a España a los infiernos durante 40 años). Poco más se podría añadir; no obstante, daré algunos datos más que son clara prueba de una realidad palmaria inmune a cualquier intento de ocultación o disimulo. 



Sobre el CSIF siempre ha gravitado la sospecha de ideologismo extremo por cuestiones obvias el pasado es un delator implacable–, pero han sabido bien nadar entre aguas turbulentas para diluir la sospecha. Uno de sus pilares básicos es la defensa de cuantas más horas de religión en la escuela mejor; otro, la protección de la iniciativa privada ligada a todos los sectores, pese a que para distraer dichos posicionamientos dicen defender lo público.

El CSIF es un sindicato ultraconservador y confesional, ante las evidencias pocas dudas hay al respecto; no olvidemos que, además, esta organización apoyó las manifestaciones, junto a lo más granado del extremismo patrio, a favor de la Ley Mordaza del pasado mes de noviembre de 2021 (esa norma predemocrática que le quita libertades a la ciudadanía). Por tanto, cualquier duda queda disuelta. Podríamos decir, para establecer una imagen exacta, que es un sindicato entre «eclesiástico y castrense».

Esta realidad es probable que hasta una gran parte de sus delegados y prosélitos la desconozcan, hasta ahí llega la capacidad de sus dirigentes de gestionar una realidad que les resulta incómoda, no porque renuncien a ella, sino por las repercusiones que puedan ocasionarles. 

Uno puede tener la ideología que prefiera –estamos en un estado democrático–, pero esconderse detrás de la “i” de independiente para tapar la realidad es, cuando menos, poco fiable. Si ellos mismos no se fían de sí mismos, de la aceptación que pueda tener que los funcionarios adviertan la verdadera naturaleza de su idiosincrasia, de su posicionamiento ideológico extremo y tienen que esconderse detrás de una letra, estamos ante una contradicción existencial que genera desconfianza en las verdaderas intenciones que persiguen; porque si no fuera así se mostrarían abiertamente.

Decir lo contrario de lo que se sabe o se piensa es mentir. La mentira sindical tiene un objetivo muy concreto: conseguir captar apoyos entre los trabajadores para mantener el estatus sindical lo más alto posible. 

Es habitual que esta organización establezca como modus operandi recurrente, una estrategia preelectoral definida por algún hecho efectista para atraer la atención del electorado. Antes de cada elección sindical han gritado a los cuatro vientos que nos quitan MUFACE y que solo ellos pueden evitarlo, también aseguran que ellos son los que han conseguido la vuelta a las 18 horas en secundaria o la mejora de las condiciones laborales de los docentes (que hemos negociados todos los sindicatos), otras veces provocan el pronunciamiento de la Mesa General, con la connivencia de instancias administrativas, en fechas cercanas a la elecciones sobre algunos aspectos que despiertan la atención mediática y, por supuesto, escenificarán movilizaciones en fecha cercanas a la elecciones (sindicales y políticas) cuando llevan callados muchos años. El engaño, las medias verdades, los bulos…, no deberían formar parte de la naturaleza ni de partidos políticos, ni de medios de comunicación, ni, por supuesto, de organizaciones sindicales. 

El 4 de marzo de 2020 aconteció un ejemplo palmario de una farsa en toda regla  cuando la organización sindical objeto de este artículo, se concentró para “protestar”, haciendo una escenificación teatral, en la Calle Morerías de Mérida, cuando la reunión fatídica, donde se estaba decidiendo perjudicar a los docentes de secundaria volviendo a las 19 horas lectivas y sacrificando la carrera profesional en Administración General y Sanidad, se desarrollaba a más de 3 kilómetros de distancia, en la Avenida Valhondo (sede de la Consejería de Educación). Mientras se concentraban daban el visto bueno al terrible acuerdo; al menos, así se reflejaba en la nota de prensa que la consejería publicó asegurando que los acuerdos habían sido rubricados por sus sindicatos tradicionales (por el tripartito sindical).

Más cercano en el tiempo fue la huelga de diseño de un día convocada el 30 de mayo de 2022 para protestar por el adelanto del periodo lectivo al 6 de septiembre, cuando en la mesa sectorial previa del 5 de mayo votaron a favor de ese calendario escolar propuesto por la Administración (el acta de la reunión es clara prueba). Después, a pesar de ellos, se pudo reconducir la situación para que el periodo lectivo empezara el día 12. 

Para terminar con este análisis somero de las realidades sindicales que nos rodean, añadir que en diciembre de 2020 la Consejería de Educación daba una rueda de prensa quedando claro que los interinos con vacante se incorporarían el 1 de septiembre de 2021, dado que había dos sentencias (la primera, la número 62/2020 del sindicato PIDE) que ya reconocían este derecho; sin embargo, el CSIF, como buen heredero del sindicalismo vertical, obvia la sentencia de PIDE, a la que aludía también la consejería, e intentan, sin conseguirlo, sacarnos de la foto.

Podría seguir citando ejemplos, pero no quiero convertir un artículo en un ensayo sobre las miserias del pseudosindicalismo, ni tampoco tendría espacio suficiente, ni tiempo, para acometer tamaña obra titánica. 

Alfredo Aranda Platero (Vicepresidente Sindicato PIDE)


jueves, 1 de septiembre de 2022

RECUERDOS CAUTIVOS (Alfredo ARANDA PLATERO)

"Volver a la escuela no estaba exento de emoción, pero tampoco de miedo"


Los recuerdos de la infancia cautivos de una memoria caprichosa afloran intensos y entusiastas, coincidiendo con el periodo estival, y te transportan a los días de libertad, de juegos y descubrimientos.


Largos días de verano donde los chavales conquistábamos las calles hasta que la noche se hacía presente y la luz tenue de las farolas rescataba de la oscuridad apenas un palmo de terreno a cada trecho. Las lagartijas salían, en su amanecer nocturno, atraídas por los insectos que acudían a la luz de las bombillas del alumbrado municipal, y desde su posición de privilegio, adheridas a la blancura encalada y nítida de las paredes de las casas, se daban un festín con movimientos rápidos de su lengua atrapadora para volver otra vez a la quietud paciente del cazador. Ante cualquier peligro, particularmente el de las largas cañas con las que los niños intentábamos alcanzarlas, se escabullían ágiles hacia la protección del alero de los tejados. 


Las familias tomaban el fresco nocturno en las puertas de las casas y los vecinos interactuaban intercambiando pareceres sobre acontecimientos del pueblo o sobre algún suceso de alcance escuchado en la radio. Mientras tanto, los niños apurábamos los últimos momentos de juegos callejeros antes de ser llamados para caer rendidos en los brazos de Morfeo y recuperar fuerzas para las aventuras del día siguiente. La vida estaba dotada de sencillez y lentitud. 


El mundo era nuevo cada día, como si la creación empezara con cada amanecer. Ni pasado, ni futuro, la niñez era un presente perpetuo y los veranos, que traían el premio de las eternas vacaciones escolares –ingenua percepción infantil–, su más ansiado refugio.


No es nostalgia lo que siento de aquel entonces, o tal vez lo sea; pero lo que sí tengo claro es que cuando rememoro los días pasados, me inunda una paz interior que me reconcilia con el adulto que ahora soy. Todos los años acumulados, todas las experiencias vividas y otras tantas perdidas, forman o deforman, según el caso, la persona en la que me he convertido sin apenas darme cuenta. 


Recuerdo con cariño aquellos tebeos prodigiosos de Francisco Ibáñez que te hacían reír a mandíbula batiente o los cómics del Capitán Trueno o aquellos otros de Marvel, que te transportaban a un mundo de superhéroes que eran fuente inagotable de fabulaciones infantiles. Lecturas que dieron paso, a medida que los años te iban distanciando de la infancia, a otras publicaciones menos infantiles, pero igualmente generadoras de sueños y fantasías. Sin olvidar aquellas revistas subidas de tono, solo de lectura visual, hurtadas a algún hermano mayor cuyo robo no se atrevía a denunciar y que te abrían las puertas de un mundo hasta entonces desconocido.


Todas esas cosas, y muchas más, pasaban en verano. Después, con la llegada del mes de septiembre, el otoño empezaba a anunciar su cercana vuelta y con él se avecinaba el inicio de un nuevo y amenazador curso escolar que te llenaba de incertidumbre, sobre todo si estabas ya en la última etapa de la EGB. No sabías si los maestros seguirían siendo los mismos, y de ser los mismos si continuarían siendo iguales, porque había maestros comprensivos y amables; pero otros, sin embargo, utilizaban la bofetada o la palmeta como argumentos pedagógicos heredados del aciago nacionalcatolicismo que aún persistía durante el tardofranquismo y que se fue diluyendo, poco a poco, con el fallecimiento del dictador. Volver a la escuela no estaba exento de emoción, pero tampoco de miedo. Lo mejor, no obstante, es que siempre quedaba el cobijo, la guarida de tu casa, la familia acogedora que te protegía de todos los males.


Septiembre tenía su propio olor: el de los libros nuevos, que mi memoria recordará siempre, el de los lápices de grafito, los bolígrafos bic, las gomas de borrar Milán, los rotuladores Carioca, los estuches de lápices de colores Alpino…, y la cartera donde se guardaba todo ese tesoro. Recuerdo también los viajes a la librería de al lado mi casa para ir haciendo acopio del material que nunca estaba todo al mismo tiempo. De esos viajes, ya derrotada la tarde, tengo grabado con gran intensidad el color con el que el cercano otoño teñía las calles, entre amarillo degradado y rojo desteñido que se transmutaba en un naranja melancólico, como de sol que se apaga, que anunciaba la inminencia de la noche. 


Cuando el perfil de la tarde disolvía sus contornos y la noche cautelosa se infiltraba con su cadencia inapelable por las calles, plazas y avenidas, el crepúsculo daba paso a la noche rotunda. Antes, el final del día y el inicio de la noche se encontraban en un periodo de claridad en decadencia, de luz que agonizaba; en ese preciso instante se encendían las luces de los escaparates de las tiendas de la calle donde vivía, lo que confería un ambiente como de un país idílico, un color que nunca he vuelto a ver y que solo permanecerá confinado en mi memoria.


Tuve una infancia feliz. La adolescencia ya fue otra cosa, porque la pubertad transita entre luces y sombras, donde la vorágine de los cambios físicos y psicológicos –la química de la pubertad– te puede llevar por caminos difíciles. La maduración corporal y sexual adquiere velocidad de crucero y las relaciones sociales, las conductas, los pensamientos están mediatizados por todo ese cambio. Pero eso ya lo recordaré otro día.


Alfredo Aranda Platero

 


PIDE SE MOVIÓ Y NO SALIÓ EN LA FOTO (Alfredo ARANDA PLATERO)

 Así tituló un artículo de prensa, el 8 de noviembre de 2006, un redactor de un medio informativo.

La motivación que inspiró al periodista a elegir tan acertado título, no fue otra que poner en valor la actuación poco ética de la Consejería de Educación. Después de que PIDE participara activamente en todas y cada una de las reuniones para la elaboración del “Acuerdo para el desarrollo de las condiciones laborales del profesorado (publicado en el DOE el 1 de marzo de 2007, que dimanaba del acuerdo de 2006 firmado por PIDE)”, la Consejera, presionada por determinados sindicatos, decidió imponer el día de la firma del acuerdo el mismo día que PIDE tenía convocado un día de huelga y una manifestación en el IES Santiago Apóstol de la localidad de Almendralejo (7 de noviembre de 2006), en apoyo de un profesor del centro por un incidente con un alumno. A la huelga se sumaron oficialmente más de 100 centros docentes a los que se unieron individualmente infinidad de docentes para defender no solo a este profesor, sino también como expresión del hartazgo de los docentes ante este tipo de situaciones y fue uno de los detonantes por los que se consiguió que la fiscalía reconociera cómo autoridad pública a los docentes, así nos lo anunció el fiscal Jefe de aquel entonces; noticia que recogió la prensa el 22 de noviembre de 2006: “El fiscal jefe […] anuncia al sindicato PIDE el endurecimiento de las penas que solicita. De falta leve como es ahora pasarían a considerarse delitos que pueden acarrear penas de prisión”.

Los docentes del centro solicitaron ayuda a todos los sindicatos, pero solo PIDE (los demás abandonaron el centro educativo donde nos citaron) permaneció firme y nos ofrecimos, sin pancartas sindicales, sin logos, para lo que fuera necesario. Convocamos la huelga, legalizamos la movilización y asistimos sin ningún distintivo para dar protagonismo exclusivo a los docentes y fue, como es sabido, un rotundo éxito.

La consejera de turno, que ejercía su labor en 2006, declaró en prensa que poner el día de la firma el mismo día de la huelga que había convocado PIDE, no era un castigo al Sindicato; sin embargo, nadie dudó, ni la prensa, ni los docentes, ni las familias…, que fue un claro intento de poner al Sindicato en una difícil tesitura. Pero los que quedaron en evidencia fueron ellos: la consejera y los sindicatos tradicionales. Al final, PIDE hizo su labor, tiró para adelante con la convocatoria de huelga y miles de docentes apoyaron la justa reivindicación. Hay que reconocer la habilidad del periodista que puso el titular a la noticia, porque en pocas palabras (“El Sindicato PIDE se movió y no salió en la foto”), consiguió el compendio más exacto de cómo funciona la manipulación más palmaria. 

No es fácil llegar a acuerdos con organizaciones que están tan ideologizada; sin embargo, con todas las diferencias, hemos conseguido entre todos (Sindicatos y Consejería de Educación) un nuevo acuerdo de “Licencias y Permisos” que mejora sustancialmente el anterior y que entrará en vigor el día 1 de septiembre de 2022 (publicado en DOE el viernes 26 de agosto). Hemos conseguido, entre otras mejoras: días remunerados por asuntos particulares, permisos para la asistencia a actividades de formación del profesorado en horario lectivo, permisos parcialmente retribuidos del personal docente no universitario, avances en la conciliación de la vida familiar y laboral, etcétera. 

En este acuerdo de mejoras laborales para los docentes de la educación pública firmado el 9 de junio de 2022, PIDE se ha movido y mucho, ha presionado y mucho; pero esta vez no han podido evitar que salgamos en la foto. Acuerdo que, además, es revisable para seguir mejorándolo.

Creo que era necesario no solo poner en valor las mejoras conseguidas para el próximo curso, sino también hacer una pequeña revisión histórica de cuán difícil resulta esquivar los continuos intentos de manipulación de aquellos que deberían emplear sus energías en conseguir mejoras para todos.

Alfredo Aranda Platero (Vicepresidente Sindicato PIDE)

27 de agosto de 2022.

viernes, 10 de junio de 2022

SOBRE LA HUELGA DEL PROFESORADO (Alfredo ARANDA PLATERO)

 El día 8 de junio se publicó en HOY una carta a a la directora firmada por Alonso Naharro, titulada 'La culpa también es nuestra'. En dicha carta se afeaba a los sindicatos la falta de unidad sindical y el ponerse medallas por las limosnas que la Administración ofrece a los docentes (acabamos de conseguir entre todos los sindicatos mejoras sustanciales en las condiciones laborales de los docentes, por tanto…). Habla, en su carta, de que solo el CSIF convocó un día de huelga y que ANPE y PIDE no la secundaron; a CCOO y UGT se le olvidó mencionarlos.

Voy a explicar, con la autoridad que me da tener en mi poder el acta de la mesa sectorial del día 5 de mayo de 2022, qué ha estado pasando en los últimos tiempos. En dicha mesa sectorial la Administración educativa sacó adelante el calendario escolar (después rectificaría) empezando las clases con alumnos el día 6 de septiembre. En la reunión referida CSIF compró los argumentos de la Administración y estuvo a favor de que las clases empezaran el día 6 de septiembre, UGT no se opuso y CCOO no se presentó a la mesa. Solo PIDE y ANPE se opusieron frontalmente a que las clases empezaran el día 6 y pedíamos el inicio el 12 septiembre (todo esto está recogido en el acta). Una vez terminada la mesa, los sindicatos que apoyaron el inicio del periodo lectivo el día 6 de septiembre se rasgaron las vestiduras y CSIF convocó un día de huelga cuyo motivo, entre otros, era que las clases lectivas empezaban el día 6 de septiembre (lo que ellos acaban de apoyar en mesa sectorial).

Finalmente, y no por ningún día de huelga, sino por otras presiones menos efectistas, la Administración convocó una mesa técnica donde afeó a varios sindicatos que dijeran en mesa que estaban a favor de comenzar el día 6 y después, en la calle, dijeran lo contrario. En esta segunda mesa, ¡ahora sí...!, todos estuvimos de acuerdo con empezar el día 12, incluida la Administración, que asumió los argumentos sindicales que se le habían hecho llegar con insistencia. Esta forma de actuar de determinas organizaciones, tomando el pelo a los docentes, tiene un nombre; pero lo dejo a la imaginación del lector, entre los que espero que se encuentre el señor Alonso Naharro.

Alfredo ARANDA PLATERO 


lunes, 23 de mayo de 2022

MAL ACUERDO DE ESTABILIZACIÓN (por Alfredo Aranda, Vicepresidente Sindicato PIDE)

 “Más vale un mal arreglo que un buen pleito”, reza un viejo dicho popular; entendiendo con ello que es mejor un acuerdo no muy bueno si con ello evitamos pleitos que pueden ser inciertos y costosos. 

Los dichos populares pocas veces se equivocan, porque están basados en la experiencia; pero, sin embargo, no sería aplicable al procedimiento de estabilización del colectivo de interinos dado que el arreglo, el acuerdo, es nefasto. El peor de los posibles. Vuelven, una vez más, a pensar en plazas y no en personas. 

El Real Decreto 270/2022, que modifica el sistema de acceso a los cuerpos docentes, por el que se da vida a este mal acuerdo se sustenta en incongruencias gruesas como no valorar la nota de oposiciones anteriores al 2012, en poner un tope a la experiencia docente y a todos los demás méritos, en convivir con un proceso de oposición ordinario y, con ello, entorpecer la solución porque una triple vía de acceso (dos extraordinarias y una ordinaria) complica extraordinariamente el proceso. Si a todo este sistema de muy dudosa eficacia le sumas incertidumbres, que más bien ya son certezas, como, por ejemplo, la que genera que un opositor pueda presentarse, por la vía de estabilización, a las 17 comunidades al mismo tiempo (libre concurrencia) aunque solo pueda obtener una plaza de aquellas que establezca en su orden de prelación, nos surgen dudas de calado que preocupan al colectivo de interinos. ¿Puede una comunidad como la nuestra gestionar 300.000 potenciales solicitudes? 

El borrador aclara aspectos como el criterio de desempate, la adjudicación tipo “concurso de traslados”; pero otros, como la gestión de las solicitudes, quedan muy difusos. 

Determinados sindicatos tradicionales vienen a protestar ahora por el incierto proceso de estabilización que trae consigo el Real Decreto modificado. Pero la hemeroteca es una afilada hélice que tritura los engaños y ficciones sindicales, y es que los sindicatos tradicionales, en 2017 ya firmaron un funesto acuerdo para la “mejora” del empleo público, por el que se pretendía estabilizar plazas pero no a los interinos que las ocupaban. En 2021 volvieron, una vez más, a pactar con el gobierno de turno un perjudicial acuerdo para reducir la temporalidad de las administraciones públicas, con el mismo resultado que anteriores acuerdos: de nuevo se pretendía estabilizar plazas y no a los funcionarios interinos. “De aquellos polvos vienen estos lodos”. Ahora, el acuerdo, por imperativo legal, en la medida que Europa presiona para acabar con la temporalidad, vuelve a ser desafortunado y, al menos, en Extremadura, no solucionará el grosor del problema. Intentan esquivar las prescripciones que marca Europa, con la connivencia de los sindicatos firmantes, con un proceso que no garantiza, en absoluto, la funcionarización del colectivo de interinos en el porcentaje necesario.

PIDE, a través de la Federación Independiente de Docentes, FID, solicitó en varias ocasiones una reunión de trabajo para negociar con el MECD y para explicarles que la educación necesita su propio proceso de consolidación de empleo, adaptada a su realidad y sin olvidarse de los interinos, porque estos son el objetivo de estabilización. Pero declinaron nuestra presencia y, curiosamente, ahora que el texto de RD está publicado en el BOE, se ponen en contacto con nosotros para confirmarnos que nos recibirán. Cita que nos negaron durante la “negociación” del texto de la modificación del Real Decreto. La razón por la que el MEyFP no ha querido hablar durante la tramitación del borrador con los sindicatos profesionales es obvia: no íbamos a tragar con una modificación de la norma tan poco afortunada.

No obstante, acudiremos a la cita de MEyFP igual que acudimos el pasado día 11 de mayo en la reunión que tuvimos que PSOE, PP y Podemos en el Congreso de los Diputados, porque tras el proceso transitorio, en 2025, hay que establecer un sistema de acceso definitivo que no perjudique al colectivo de interinos.


jueves, 12 de mayo de 2022

"Descomisionados" (por ALFREDO ARANDA, Vicepresidente Sindicato PIDE)

 O la Consejería de Educación deja de recortar comisiones de servicio o convierte plantilla funcional en orgánica.

 Sin negociar. Sin compensar. Sin, ni siquiera, avisar previamente. Así impuso la Consejería de Educación la drástica reducción de las comisiones de servicio de carácter general, exigiendo unas condiciones leoninas que impedirán que un gran número de docentes tenga acceso a este tipo de comisión de servicio. 

El tener que acreditar una permanencia ininterrumpida en el puesto de destino definitivo desde el 1 de septiembre de 2020 hasta el 31 de agosto de 2022, por imposición unilateral de la Consejería de Educación, para poder tener acceso a las comisiones generales, es una condición muy difícil de cumplir y terminará no solo por impedir que muchos docentes puedan solicitarlas, sino que también todos los que actualmente están ocupando una comisión de este tipo no puedan renovarla, danto al traste, de esta manera, con la conciliación de la vida familiar y laboral de los docentes excluidos.

Esto es muy grave porque no hay compensación, al menos de momento. Una de dos: o la Consejería de Educación deja de recortar comisiones de servicio o convierte plantilla funcional en orgánica, para que así los docentes puedan tener la oportunidad de acercarse a su lugar de residencia a través del concurso de traslados; dado que un docente no pide una comisión de servicio por capricho, sino que lo hace por necesidad. No se puede «jugar» con la necesidad de la personas, no se las puede empujar al precipicio y abandonar a su suerte. Un político, una política, no puede hacer eso, porque las comisiones de servicio, a falta de plantilla orgánica suficiente para poder concursar con posibilidades, son un alivio para infinidad de casuísticas personales y, por tanto, la Consejería de Educación debe tener la empatía y la humanidad suficientes para comprender que con esta decisión está haciendo un daño gratuito a los docentes. 

No acertamos a comprender el interés de la consejera en empeorar nuestras condiciones laborales y en alimentar esa desafección que parece tener con los docentes, esa obsesión en presentarse como la «ultraliberal» Margaret Thatcher española, adoptando aquello de «No soy una política de consenso. Soy una política de convicciones». No se da cuenta de que la intransigencia termina siendo la tumba política de quien la ejerce. 

Siempre la negativa como forma de proceder: negarse a actualizar los sueldos de los docentes extremeños, de los peor pagados de España; negarse a debatir sobre la carrera profesional docente; negarse a negociar el calendario escolar, ninguneando a los sindicatos; negarse a negociar los currículos de desarrollo autonómico de la LOMLOE; negarse a dar los mismos días de asuntos propios remunerados que ya disfrutan el resto de los sectores funcionariales de la Junta de Extremadura… La lista es larga.

Si alguien en el gobierno de Extremadura no hace algo por parar este sinsentido, vamos a llegar a un punto de no retorno. Nos pondrá a los sindicatos en la tesitura de tener que romper total y definitivamente las relaciones con la Administración Educativa y emprender acciones como las de dejar de ir a las mesas técnicas y sectoriales que se están convirtiendo en la antítesis de lo que deberían ser. 

Desde PIDE mantenemos la convicción intacta de que la negociación, si hay voluntad de llegar a acuerdos, es una herramienta para avanzar en conquistas sociales. Siempre ha sido así, pero la Consejería parece sentirse, últimamente, más cómoda imponiendo que negociando. Aún podemos tender puentes, podemos encontrar espacios de entendimiento con las autoridades educativa, por el bien de los docentes que trabajan en Extremadura. No hay tiempo que perder, pongámonos manos a la obra.

Alfredo Aranda.  Vicepresidente Sindicato PIDE.