"Irregularidades en las Oposiciones del 2002" de Jacinto Blázquez Higuero. Agosto de 2002.

IRREGULARIDADES EN LAS OPOSICIONES DEL 2002

Nuevamente la Consejería de Educación, Ciencia y Tecnología de la Junta de Extremadura ha dado ordenes a ciertos tribunales de que se apruebe solamente al mismo número de opositores que plazas, suspendiendo a los demás opositores y vulnerando la fase de concurso para que así fuera posible sacar plaza a familiares y amigos de altos cargos de la consejería. ¿No tuvieron bastante con la experiencia del año pasado en la especialidad de Pedagogía Terapéutica?. Como la justicia no les de la razón a los perjudicados de dicha especialidad, al final Extremadura va a ser, si es que no lo es ya, un cortijo de señoritos que se llaman socialistas que lo único que hacen es repartirse entre ellos las plazas, es decir, de socialistas nada de nada, sino sociolistos (aunque algunos no sepan ni hacer una división o pongan “avia” por había).

En algunas especialidades se han negado, pero no en Lengua y Literatura (que casualidad que en ella se presentan familiares de cargos de la junta ¿sería justo que sacarán plaza con un cinco de regalo en el primer ejercicio?), donde se han repartido las plazas (56) entre los siete tribunales cometiendo la ilegalidad de vulnerar la convocatoria del concurso-oposición.

Dicen, los vocales y presidentes de lengua, que van a sacar plaza opositores con un cinco en cada ejercicio y que para ello han tenido que suspender injustamente a opositores con ocho, nueve,... ¿esa es la bandera de justicia, igualdad,... que levantan cuando van a dar los mítines?. Espero que en la próxima campaña levanten la de la corrupción, el amiguismo, el enchufismo, .....

Señores “socialistas”, los hijos de los pobres también tenemos derecho a la vida y ustedes están en el burro por muchos de nosotros, la paciencia se acaba, y al final, contra natura vamos a tener que impedir que ustedes sigan en el poder, aunque sea votando a lo contrario de nuestros ideales, lo cual con la que esta cayendo es desgraciadamente necesario.

Jacinto Blázquez Higuero (Cáceres)