"La
balanza de la corrupción"
08/01/2014 Alfredo Aranda Platero
Vicepresidente del Sindicato PIDE
08/01/2014 Alfredo Aranda Platero
Vicepresidente del Sindicato PIDE
Es desalentador ser testigo de la balanza de la corrupción,
cuyo máximo exponente lo podemos encontrar en el PP-GÜRTEL
y el ERE-PSOE. ¿Quién es más corrupto?, se
preguntan contertulios de programas de televisión y de
radio y articulistas de prensa. Los de derechas dicen que los
más corruptos son los del PSOE y los de izquierdas consideran
que son los de PP. De hecho el “tú más”
suele centrar el argumento de unos y otros. Como remate final,
por ejemplo, en Andalucía vuelven a ser votados los del
ERE, en Valencia los del Gürtel y en España los del
sobresueldo, la financiación ilegal y “alguna cosa
más”. Es posible que la percepción de globalidad
que se tiene de la corrupción haga que muchos ciudadanos
voten a su partido preferido en la idea, demencial, de que si
todos roban prefiero que roben los míos. Sí así
fuere no hay esperanza, y parece serlo según las encuestas
que pulsan la intención de voto; suben IU y UPyD, pero
los de siempre siguen capitalizando la mayoría.
Los partidos políticos tienen que renovarse sin más
dilación promocionando las listas abiertas, para abandonar
la endogamia política que tanto daño hace a la democracia
y tanto aleja la política del ciudadano. Los que están
tienen que irse y dejar paso a los que no están contaminados,
tanto el PSOE como el PP tiene gente no intoxicada que debe coger
las riendas de sus respectivos partidos y no seguir el ejemplo
de sus antecesores (hacer más bien lo contrario) para poder
mirar al futuro con alguna ilusión.
Los ciudadanos, por nuestra parte, tenemos que castigar en las
urnas a aquellos políticos cuya catadura moral esté
por los suelos. De otra manera seremos cómplices –colaboradores
necesarios – de los desmanes que repitan con su renovado
aval electoral, dado que, en España, ganar unas elecciones
parece conferir plenos poderes y ninguna responsabilidad para
con la Justicia.
Unos se proclaman azote del capitalismo perverso, otros se dan
golpes en el pecho al grito de ¡España, España!
pero todos, los que estuvieron y los que están, gobiernan
al dictado de los grupos de poder; España les importa poco.
Nada importa, por ejemplo, que los españoles paguemos la
luz más cara de Europa siendo uno de los países
con menor renta per cápita. Nada importa que muchas familias
hayan renunciado a la calefacción por no poder pagar la
factura de la luz. El gobierno (éste y el anterior) permite
que una de las necesidades más básicas del ser humano
sea objeto de especulación y enriquecimiento de un grupo
de magnates de la energía – mangantes, podría
decirse –. ¿Qué podemos esperar entonces de
todos estos “patriotas” que nos gobiernan? Nada importa
que la sanidad y educación públicas estén
infrafinanciadas. Nada importa que los pensionistas no tengan
ni para pipas. Nada importa que la ley de dependencia esté
cayendo en el olvido. Nada importa lo que la gente realmente necesita.
Lo que sí han demostrado sobradamente, unos y otros, es
que jamás gobernarán para el pueblo, gobiernan para
los lobbys, para los gerifaltes de la economía, para los
especuladores… convirtiendo a la inmensa mayoría
de la población en meros títeres movidos al antojo
de los grupos de presión.
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