miércoles, 26 de marzo de 2025

"PASIÓN DOCENTE" (ALFREDO ARANDA PLATERO, Vicepresidente Sindicato PIDE)

 

Los custodios del noble arte de la enseñanza

 

La consejera de Educación, Mercedes Vaquera, en la inauguración del curso ‘Educar en Justicia’ destinado al servicio de inspección, que se celebró el 20 de marzo, declaró que: «No podemos olvidar que en los inspectores recae todo el funcionamiento del sistema educativo: las familias, los docentes, los alumnos o los equipos directivos. Su labor hace que lleguen a buen término todas las actuaciones».

Considero una falta de respeto decir que todo el peso del sistema recae solo en los inspectores, como si los docentes fueran poco menos que innecesarios. Cuando es público y notorio que los docentes son los verdaderos protagonistas, son casi 17 mil pilares que apuntalan la estructura educativa de la región.

La consejería de Educación lleva años colocando una corona de espinas en la cabeza de los docentes (la maldita burocracia, por ejemplo, es una de las espinas más dolorosas), y examinando y vigilando a conciencia que dicha corona se mantenga firmemente clavada. Sin embargo, la abnegación de los docentes puede con todo, aunque el azote administrativo (y no solo) termine por disipar, en muchos casos, la vocación docente y despertar el anhelo, cuando los años pasan y pesan, de la jubilación merecida, y poder así restañar las heridas con el consuelo de saber que nunca más la ‘Espada de Damocles’ estará sobre los hombros.

 Quiero pensar que la consejera, al venir del entorno universitario, hace estas declaraciones por desconocimiento o por un simple ejercicio de adulación hacia el auditorio al que se dirige. Los políticos son dados al halago cuando les conviene. Cuando nuestra consejera esté delante de un grupo de docentes dirá, probablemente, algo parecido; pero ya no sería creíble.

Si los docentes no existieran volveríamos a la Edad de Piedra, porque ellos son los custodios del noble arte de la enseñanza. Enseñar lengua, matemáticas, ciencias, física, historia…, desde las primeras edades hasta las últimas antes de la universidad, convierte a los docentes en el elemento básico, insustituible, de la sociedad.

Los físicos, los químicos, los médicos, los ganaderos, los agricultores, los historiadores, los camareros, los ingenieros, los inspectores y un inmenso etcétera, han pasado por las aulas para ser lo que son. Unos han avanzado más en sus estudios y otros menos, pero todos son producto del sistema educativo sostenido por los docentes.

 Todas las profesiones son importantes y piezas necesarias para conformar el puzle de la sociedad; pero me revelo antes declaraciones que llevan implícitas, aunque sea involuntariamente, un menosprecio a una labor, la docente, que en el sistema educativo es la más importante.

viernes, 21 de marzo de 2025

"LOS IGNORADOS" (Alfredo Aranda Platero)

 

 

Llegará el momento en que los docentes dirán ¡basta!

 

Supongamos, por un fugaz momento, que la presidenta del Gobierno de Extremadura, María Guardiola (que el 28 de mayo de 2023 quedó segunda en las elecciones autonómicas), avergonzada por no cumplir su promesa electoral de homologar el sueldo de los docentes de la educación pública, resuelve con honestidad y firmeza otorgar lo prometido y así, paliar, al menos, el oprobio de tener a los docentes peor pagados de España y que han perdido, además, una media de 80.000 euros en los últimos 15 años.

Pero la realidad es otra bien distinta. La presidenta de la Junta de Extremadura no va a cumplir, motu proprio, su promesa electoral, mientras sigue echando dinero al pozo sin fondo de los centros concertados (privados subvencionados con dinero público).

Nuestros docentes están siempre están al pie del cañón. Siempre haciendo las horas que sean necesarias, coordinando y participando en proyectos, apretándose para llegar a todo. Cargan con resignación, paciencia y humildad con una burocracia brutal e infame que desnaturaliza la labor docente… Y todo eso, y mucho más, lo hacen por responsabilidad, por compromiso, por vocación. Pero llegará el momento en que digan basta y revienten las costuras del traje en el que los tienen atrapados.

 Los docentes extremeños han rumiado el desconsuelo de saber que siempre el remordimiento consigue vencerlos, que pensar en el bien de los demás es algo que viene cincelado en su conciencia. Pero el que defiende lo justo, la dignidad de su profesión, puede tener la conciencia tranquila.

 

¿Qué ocurriría sin los docentes se negaran, por ejemplo, a tutorizar a los alumnos de la universidad? La universidad colapsaría y el gobierno de Extremadura entraría en pánico. ¿Estarían dispuestos los docentes a no tutorizar mientras no hubiera homologación salarial? Podrían también no coordinar proyectos o realizar actividades extraescolares, o ejercer el derecho a la desconexión digital que marca la ley y, por tanto, mantener a raya a Rayuela dentro de un horario estricto y hacer únicamente el horario preciso, ni un segundo más. ¿Qué pasaría si los docentes se negaran a todo eso y a mucho más?

Con una simple intervención quirúrgica sobre los presupuestos del Gobierno de Extremadura, la consejería hubiera obtenido el dinero necesario para equiparar el sueldo de los docentes extremeños (que son cuerpos estatales) con los de otras comunidades autónomas.

La presidenta de Extremadura sabe que los docentes tienen el poder en sus manos, aunque no lo utilicen (de momento); el botón rojo que haría saltar por los aires a la consejería y, por ende, al propio gobierno. Solo falta que los docentes ejerzan su poder y presionen el botón.

jueves, 6 de marzo de 2025

"BRUJAS" (ALFREDO ARANDA PLATERO)

 

Filósofa, bruja. Matemática, bruja. Partera, bruja. Herborista, bruja. Mujer con conocimientos de cualquier índole, bruja… La caza de brujas alcanzó su cénit en la segunda mitad del siglo XVI. Las mujeres que osaban destacar en cualquier disciplina podían ser consideras brujas, seres pertenecientes a una secta maligna. Poner en riesgo el modelo social masculino era una amenaza para el statu quo establecido, y acusarlas de brujas y quemarlas en la hoguera o atormentarlas en potros de tortura era una forma de alejar el peligro.

Esa creencia estúpida, que anida en algunas mentes acomplejadas, de que las mujeres pueden suponer un peligro para el hombre, es la expresión máxima de la ignorancia al servicio de los poderes interesados en mantener una superioridad del hombre sobre la mujer aunque sea quitándoles la vida. Todavía, en la actualidad, hay quien estaría encantado de prender la cerilla y aventar la candela. Algunos de ellos se sientan en el Congreso.

 Entre Hipatia de Alejandría y Ana Orantes hay 1600 años de distancia. La primera asesinada por la envidia que suscitaba su predicamento e influencia en la sociedad de aquel entonces. La segunda asesinada en los años 90 del sigo XX por denunciar los malos tratos que durante décadas le infligió su exmarido. Entre ambas mujeres, únicas en su lucha, incontables cayeron bajo el yugo de la ignorancia.

El asesinato de Ana Orante se convirtió en el detonante que llevó a la reforma del Código Penal que desembocó, más tarde, en la ley integral contra la violencia de género, pese a la deleznable tibieza con la que algunos medios de comunicación trataron el vil asesinato.

Las élites han protegido desde tiempo inmemorial el modelo social patriarcal opresivo. Desde del poder eclesiástico hasta el económico, pasado por el político y el mediático, han puesto todo su empeño en alejar la igualdad de la realidad social. Y todo por mantener un clasismo de género que defiende una supuesta superioridad que solo tiene sentido en las mentes desactualizadas.

 El empoderamiento de las mujeres, del que nada tenemos que temer los hombres, ha traído como consecuencia una sociedad más igualitaria, libre, digna. Hombre y mujeres comparten espacio en política, educación, deporte, ámbito empresarial, judicatura… Queda camino aún para llegar a la meta, pero lo que hemos conseguido como sociedad ha sido mucho.

Sin embargo, el peligro siempre acecha. Hay que seguir avanzando hacia la plena igualdad y en sostener lo conseguido para que no lo dinamiten. Siempre habrá personas y grupos de presión intentando devolvernos a tiempos oscuros.

jueves, 27 de febrero de 2025

"30 MONEDAS" (ALFREDO ARANDA, Vicepresidente Sindicato PIDE)

 

Treinta piezas de plata, cuenta el evangelio, fue el precio por el que Judas traicionó a Jesús. 30 euros de níquel es el precio por el que la Consejería de Educación ha traicionado a los docentes extremeños.

La consejera piensa que la dignidad de los docentes vale 30 euros. Y lo dice sin pudor, aseverando, además, en una alucinada reflexión, que los profesores son unos privilegiados comparados con otros funcionarios, y congratulándose de la magnanimidad de su sacrosanta administración, que se preocupa por aplicar medidas no pecuniarias, como si la responsabilidad de mantener los centros justificara tener mal pagados a los trabajadores de la enseñanza.

¡Qué desprecio a los docentes extremeños, que llevan años perdiendo poder adquisitivo y que son, de facto, los peor pagados de España! En 2006 el gobierno autonómico de aquel entonces subió el sueldo a los docentes 150 euros; ahora, 19 años después, el gobierno actual pretende subirlo 30.

 La Consejería de Educación lleva años evadiendo su obligación de equiparar el salario de sus docentes con los de otras comunidades. Han obviando su responsabilidad de actualizar el complemento autonómico para compensar la pérdida de más del 20% de poder adquisitivo que ha lastrado a los docentes en el último quindenio.

Este abandono, que linda con la desidia, solo demuestra la formidable incompetencia de los responsables políticos, porque quien hostiga y maltrata a los docentes es un ignorante o un malvado y, en muchos de los casos, ambos adjetivos coronan sus seseras.

 Desde los docentes de Educación Infantil que enseñan las primera letras y los hábitos que llevan a los niños a estar preparados para absorber los conocimientos, hasta los maestros de primaria, en todas sus especialidades, que construyen los saberes para que, después, los profesores de enseñanzas medias rematen preparando a los alumnos para la vida universitaria, todos ellos son un pilar fundamental de la sociedad. Si desaparecieran los docentes no tardaríamos en volver a la edad media: son como las abejas, imprescindibles para el sostenimiento del mundo.

Mientras se ríen de los docentes valorando su labor en 30 euros, ellos, los negadores, tienen bien llena su faltriquera y la de sus amados amigos y sus prosélitos, que desde la atalaya de sus abultadas nóminas practican la indiferencia con un abyecto virtuosismo trufado de cinismo con el que ejecutan el innoble arte del engaño, el desapego y la insensibilidad al problema de los demás.

Cuando Judas advirtió de la magnitud de su felonía, de su vileza, ya fue demasiado tarde.

martes, 28 de enero de 2025

LA RAZÓN DE LOS OTROS (Alfredo Aranda Platero, Vicepresidente Sindicato PIDE)

 

Fundamentar la existencia de la educación concertada en el derecho que tienen los padres a la libertad de elección es, simplemente, un argumento falaz que los interesados utilizan por ignorancia o por manipulación. En cualquier caso, es una falsedad que se desvanece con facilidad a la luz de los datos.

Las familias tienen el derecho a elegir, por supuesto, pero entre educación pública y privada, de la concertada no habla ni la Carta Magna. Por tanto, la garantía constitucional está protegida pese a los embustes de los que quieren hacernos creer, con su falsa interpretación y pobres argumentos, que está justificado que los recursos públicos se desvíen para financiar negocios privados. 

La concertación no solo perjudica a la educación pública, sino también a la privada, por la competencia desleal que supone que la mayor parte de los centros concertados cobren, además de recibir abultadas subvenciones, cuotas “voluntarias” y pagos de diversa índole de las familias, práctica ilegal que la Asociación de Colegios Privados (CICAE) ha denunciado en múltiples ocasiones.

La razón de “los otros”, de los defensores de la concertada, es la sinrazón porque no se fundamenta ni en la lógica de los datos, ni en la ley. Es nuestra responsabilidad como sindicato mayoritario de la educación pública corregir las falsedades que con tanta frecuencia pretenden tapar la verdad, así como denunciar la complacencia que la Administración Educativa muestra con la educación subvencionada.

 No tiene justificación posible concertar unidades de 3 años en Extremadura cuando, por ejemplo, en el curso 2024-2025 la escuela pública ha ofertado más plazas para este nivel que peticiones de escolarización. Concretamente se han escolarizado 7.247 niños de 3 años y se han ofertado 12.818 plazas, la mayoría de las plazas desiertas se ofrecieron en centros públicos. Y esto pasa en todos los niveles educativos. Dejar plazas sin cubrir en los centros públicos y concertar unidades innecesarias con centros no públicos es un acto cargado de irracionalidad y puede, además, constituir un delito de malversación de fondos públicos.

 El Consejo Escolar del Estado en su informe 2024 insta a la Administración a controlar el uso de la financiación a los centros concertados y, tal como regula legalmente la LOMLOE, reclama priorizar la escolarización en centros públicos en caso de que se tengan que cerrar grupos de alumnos por la caída demográfica.

En muchas ocasiones hemos recordado a los responsables educativos que el Tribunal Constitucional ha dicho (sentencia 86/1985) que el derecho a la educación no comprendía el derecho a la gratuidad en centros privados, porque los recursos públicos no deben sufragar preferencias individuales. Este pronunciamiento del TC atesora tanta verdad, que por sí solo bastaría para que el gobierno central y autonómico actuaran en consecuencia.

 Poner de relieve cómo se conculcan los pronunciamientos de la Carta Magna es uno de los objetivos de este artículo; otro, lo que provoca dicho incumplimiento: cierre de unidades educativas en la pública, cierre de centros completos, supresiones y desplazamientos de docentes de la educación pública…

En ningún momento, como nos acusa algún sindicato de la concertada, tenemos intención de que los profesores que desarrollan su trabajo en este tipo de centros se queden en paro. Esta afirmación es una mentira infame más de quién no tiene argumentos para contrarrestar los nuestros. Si los centros concertados dejaran de recibir subvenciones se convertirían en privados y podrían seguir subsistiendo con las cuotas de los padres. En cualquier caso, si algún centro desconcertado no pudiera subsistir como privado sería obligación de la Administración, y no del Sindicato PIDE, atender esta situación para minimizar el impacto que pudiera producirse y que los perjuicios fueran pocos o ninguno.

 

PIDE lleva bregando con la defensa de la educación pública desde sus inicios y seguiremos, irredentos, por muchos palos en las ruedas que nos pongan. Es muy ingrato ver cómo en muchas ocasiones la propia Administración, que debería ser valedora de lo público, se convierte en enemiga por acción o por omisión.

La conclusión es clara. Si hay plazas que sobran en los centros públicos, no hace falta concertar unidades con centros de naturaleza privada porque se estaría duplicando el gasto sin ninguna razón legal y, por ende, perjudicando seriamente a la educación pública, que es uno de los pilares fundamentales que sostienen la edificación democrática del Estado.

La única explicación (lo vemos en Madrid) para la irracionalidad con la que la Administración se prodiga en estos asuntos es, claramente, ideológica. De hecho, organizaciones como ESADE y Save The Children ya han advertido de este peligro recordando la segregación que supone la escuela concertada.

 Los números son claros: no hace falta concertar unidades. El Tribunal Constitucional es claro: el Estado no tiene que subvencionar centros privados porque para eso la educación pública es gratuita. Las preferencias individuales no tienen que ser sufragadas con dinero público. Organizaciones importantes lo tienen claro: la escuela concertada segrega.

“No hay peor ciego que el que no quiere ver”. “No hay peor sordo que el que no quiere oír”. “No hay peor desentendido que el que no quiere entender”. Los demás ciudadanos nos plegamos ante la evidencia de los datos y de los preceptos constitucionales que el Tribunal Constitucional ha tenido que recordar a los ciegos, sordos y desentendidos en la referida sentencia que este artículo nombra.

 

miércoles, 27 de noviembre de 2024

EL BULO DE LA LIBRE ELECCIÓN DE LOS CENTROS EDUCATIVOS (Alfredo Aranda Platero. Vicepresidente Sindicato PIDE)

 

«La Secretaria General de Educación defiende el derecho de los padres a elegir el modelo educativo para sus hijos». Este titular apareció el 23 de noviembre de 2024 en la web de juntaex.es. Lo dijo en la inauguración de la asamblea general de la Confederación Católica Nacional de Padres de Familia y Padres de Alumnos (CONCAPA). Añadió, para darle mayor empaque a la falacia, que en Extremadura siempre han coexistido los dos diferentes modelos de forma pacífica, al amparo –añadió– de la normativa vigente y así lo van a defender siempre.

Ya conocen lo que dice la Secretaría General, ahora voy a contarles la verdad. Y la verdad es que sí hay un conflicto entre pública y privada en cuanto a la coexistencia de ambos modelos. No pueden convivir en una comunidad cuya red pública puede asumir las necesidades de escolarización sin concertar unidades con centros privados. Un dato claro, de la propia Consejería de Educación, que avala de forma incontestable esta realidad es que para este curso se ofertaron 12.818 puestos escolares para los 7.247 niños de 3 años que iniciaban la educación infantil.

 

Que 5.571 plazas se hayan quedado sin cubrir, es la evidencia clara de que los conciertos educativos no son necesarios. Los conciertos se extendieron 1985 como una medida coyuntural para dar respuesta a las necesidades de escolarización que excedía, por aquel entonces, la capacidad de absorción de la escuela pública. Una vez construidos los centros públicos suficientes, los conciertos dejarían de ser necesarios. Este fue el compromiso que los políticos adquirieron con la ciudadanía y que no cumplieron. Lo que nació como coyuntural se ha convertido en permanente.

Para mantener la coexistencia a la que se refiere la Secretaria General, se aprueban normativas para hacer posible lo imposible. Los concertados tienen ratios a la carta, de tal forma que mientras en la pública se miran con lupa las ratios para proceder a recortar unidades sin miramientos, en la concertada se permiten ratios bajas para no tener que quitar conciertos. Así nos encontramos, con una frecuencia inquietante, que para mantener los conciertos educativos se suprimen unidades en centros públicos o se cierran escuelas públicas completas. No cabe un proceder más ruin. Si para mantener los conciertos tienes que destruir lo público, la coexistencia pregonada es un embuste más.

 

De las falacias a las que suelen abonarse los dirigentes educativos de Extremadura, la de la libre elección de centro es la mayor de todas. La constitución habla de la creación de centros privados, pero no dice que el Estado deba convertirlos en concertados, inyectando dinero público en un negocio privado. Que las familias elijan un centro educativo distinto, un centro privado en lugar de uno público, no obliga a los poderes públicos a sufragar esa elección, en la medida en que ya ofrece gratuitamente la educación pública. Las familias que prefieran educación privada deberían asumir su coste, porque hacer pasar por un derecho de elección lo que es una simple preferencia individual por una educación clasista es una anomalía democrática que la sociedad no debería permitir. De hecho el Tribunal Constitucional (sentencia 86/1985) dejó claro que el derecho a la educación no comprendía el derecho a la gratuidad educativa en centros privados, porque los recursos públicos no deben sufragar preferencias individuales. Pero no les importa lo que digan los tribunales si no coinciden con los ellos piensan.

La Administración Pública lleva inscrito en su propio nombre el mandato de proteger lo público, de lo contrario estaría faltando al más básico sentido ético y socavando el estado del bienestar, lo que supondría una pavorosa declaración de intenciones.

 

En los tiempos que corren que suelen estar parasitados por la desmemoria, con más fervor hay que gritar, si cabe, las injusticias que quebrantan los derechos ciudadanos. Los ataques a la educación pública y la financiación inconstitucional de los centros concertados son, sin duda alguna, prueba palmaria de esta realidad ominosa que queda al desnudo a los políticos que la consienten.

No dan puntada sin hilo. Todo tiene un sentido ideológico. El escaparate en el que se mira la Consejería de Educación de Extremadura es Madrid, donde el 60 % de la educación ya es concertada (33%, y subiendo, de media en el resto de España). Recordemos que en los países europeos el 90% de la educación es pública y solo 10% es privada.

ESADE y Save The Chindren advertían que la segregación de la escuela concertada (particularmente grave el caso de Madrid) es cada vez más fuerte y compromete gravemente la equidad e igualdad de oportunidades, que son un pilar fundamental de una sociedad democrática.

 

 Podemos concluir con claridad meridiana que la libertad de elección de centro es una falacia que tiene como objetivo ir socavando la educación pública. Lo dice la Constitución, lo dice el Tribunal Constitucional, lo dice ESADE, lo dice Save The Chindren, lo dicen los números.

 

 

 

lunes, 4 de noviembre de 2024

"DEMOCRACIA 3.0" (Alfredo Aranda Platero, Vicepresidente del Sindicato PIDE)

 No pierda el tiempo leyendo este artículo. Si finalmente decide no leerlo, ¡enhorabuena! porque ha hecho lo correcto. Si no me hace caso y continúa leyendo que sea bajo su responsabilidad. 

 

Como una hemorragia interna que va derramando la sangre que no se ve, pero que se vuelve mortal si no se atiende a tiempo, la corrupción de toda índole, no solo política, ha desgastado la democracia hasta convertirla un pelele al que todos los partidos políticos y todos los poderes del Estado, y adláteres fácticos, patean sin contemplación. Vivimos en un lodazal despiadado donde se revuelven jerarcas y prosélitos en un grosero contubernio de retorcidos intereses. 

Algunos políticos y políticas sin principios, de diferente pelaje ideológico, se camuflan en las estructuras de poder de sus partidos. Algunos de sus dirigentes pudren la democracia desde dentro, tuercen la ley y la dirigen hacia sus intereses o los de sus protegidos, muchos de estos pseudopolíticos, para más inri con formación jurídica, manifiestan una indolencia arraigada en su carácter, una tolerancia a la injusticia más abyecta, que hace que no les tiemble el pulso a la hora de cometer las tropelías más despreciables, si lo consideran necesario, para conseguir sus objetivos; demostrando con ello una falta de ética profesional y una catadura moral que reduce a la nada todos sus méritos académicos, por muchos cum laude que atesoren.

El sindicalismo no escapa a esta realidad doliente que asola el panorama. Los sindicatos tradicionales también han sucumbido a la estafa piramidal que tiene a los ciudadanos como títeres vitalicios que sostienen, sin quererlo ni pretenderlo –engañados–, a toda una caterva endémica de personajes turbios. 

 Da igual hacia donde mires: derecha o izquierda. Todo lo importante se está descomponiendo. En el trastornado momento en el que vivimos es fehaciente la certeza, no es una percepción enardecida de mi rechazo a los que ya solo sostienes siglas, de que los sindicatos históricos se han olvidado para siempre de su historia y han sido seducidos por el poder y por el dinero. Convirtiéndose en la antítesis de su esencia. No cabe mayor traición.

El 1 de diciembre de 2022 se convocaron las elecciones sindicales en el sector docente. Dos de las organizaciones sindicales concurrentes no llegaron al 10% de votos que marca la ley para formar parte de la Mesa Sectorial de Educación. Pero, como era de esperar, no querían salir del citado órgano de representación porque pensaban, piensan, que deben representar a los docentes aunque los docentes no quieran ser representados por ellos. La Administración extremeña siguió convocando, como si las elecciones no hubieran existido, a las dos organizaciones sindicales referidas.

Un latrocino más es el cometido con una naturalidad pavorosa por la Consejería de Hacienda y Administración Pública contra USAE, sindicato multisectorial que consiguió en las elecciones del 1 de diciembre de 2022 el porcentaje necesario para formar parte de la Mesa General. Sin embargo, dicha organización sindical fue excluida, por la vía de hecho, por la Consejería de Hacienda y Administración Pública. ¿Tendrá algo que ver que su decisión favoreciera a los dos sindicatos que no llegaron al 10% de representación en algunos sectores funcionariales? 

 USAE aportó una Resolución firmada por el Director General de Función Pública reconociendo a USAE como miembro de pleno derecho de dicha mesa, el informe jurídico emitido por la propia Letrada Mayor de la Junta de Extremadura favorable a USAE, el certificado electoral del Ministerio de Trabajo y Economía Social con datos vinculados y el certificado oficial de la Dirección General de Trabajo de la propia Junta de Extremadura con el porcentaje electoral vinculado. Todos los documentos oficiales fueron obviados.

Entre los sindicatos tradicionales y las estructuras de poder existe una relación muy cercana. Su vínculo, su enlace, no exento de promiscuidad, los convierte en una asociación de intereses distintos, pero objetivos comunes. Se creen inmunes a la Ley, consideran que tienen la vacuna para evitar que sus actos queden impunes. Y todo indica que, efectivamente, la tienen.

Al final, un sindicato legalmente constituido como USAE y con la documentación en regla está, de momento, fuera de la Mesa General, mientras que dos sindicatos que apenas obtuvieron un puñado de votos están dentro. 

 Acudir a la justicia era el último refugio que le quedaba a USAE, pero la demanda por vulneración de derechos fundamentales, para sorpresa de todas las partes, no prosperó pese a que los argumentos y los documentos que la sustentaban eran, son, de una incontestable claridad. Ahora le toca al Tribunal Supremo poner orden en este dislate. Hay fundadas esperanzas y negras certezas, a partes iguales.

Un país (o una comunidad autónoma) donde dos sindicatos ejercen la representación aunque no les vote nadie, mientras que los sindicatos que sí son votados por los ciudadanos son excluidos de determinados órganos de representación no puede decirse que sea democrático. La ciudadanía tiene la palabra.

 

 

lunes, 14 de octubre de 2024

«NO HAY DINERO» (ALFREDO ARANDA, Vicepresidente SINDICATO PIDE)

 

Este es un mantra que parece cuajar solo antes las necesidades del sector docente de Extremadura. Otras actividades sí han conseguido sus reivindicaciones.

Siempre que solicitamos al gobierno de Extremadura y, por ende, a la Consejería de Educación, que los docentes recuperen el poder adquisitivo perdido en los últimos 10 años (más del 20%), siempre, insisto, nos responden lo mismo: no hay dinero.

 Eso mismo les respondieron a los médicos hace casi dos años, cuando pedían reducción de pacientes por día y mejora de sus emolumentos. Los médicos convocaron una huelga para reivindicar sus justas peticiones. Apareció el dinero, desconvocaron la huelga.

 A nivel nacional, los letrados pidieron mejores condiciones económicas. Y les dijeron que no había dinero. Se pusieron en huelga y paralizaron el 82% de procedimientos judiciales. Tras dos meses de protestas, apareció el dinero y desconvocaron la huelga. El 28 marzo de 2023 firmaron el acuerdo por el que tendrían una subida salarial entre 430 y 450 euros mensuales. 

 A nivel municipal el procedimiento es el mismo. Los policías locales y los bomberos de Badajoz pedían una justa remuneración de su trabajo, pero les dijeron que no había dinero. Ante el cariz que estaba tomando la situación, apareció el dinero. En 2024 se concretó la subida salarial, que llegará a 475 euros mensuales en 2025 para los policías locales y 454 más al mes para los bomberos.

 El «no hay dinero» es un mantra que parece cuajar solo en el sector docente. La Junta de Extremadura se niega a recuperar, actualizar y negociar las condiciones salariales de los docentes. Y se hace fuerte en esa negativa con la colaboración de CCOO, CSIF y UGT que firman acuerdos que apenas suponen un aumento mínimo en la nómina y que, además, son falsos. Como, por ejemplo, el anuncio de acuerdo para la subida salarial del 2% pendiente de 2020 (y que el resto de comunidades cobraron a su debido tiempo) y que se pagará en cómodos plazos con la aquiescencia de los sindicatos tradicionales.

 Para que la Consejería de Educación estuviera en paz con los docentes, estos tendrían que cobrar un 20% más de los que ganan, a fin de recuperar el poder adquisitivo perdido en la última década. Una media de 500 euros más al mes. Todo lo que no sea eso, sería una limosna pactada con los sindicatos tradicionales que son tan culpables como la Administración de la bestial pérdida de poder adquisitivo que sufre el sector docente.

Tras años de reivindicaciones no atendidas y de la negativa a negociar de la Consejería de Educación, es el momento de exigir con contundencia lo que, por derecho, corresponde a los funcionarios docentes. ¡Ya está bien de tratarnos como funcionarios de segunda! Es momento de sentarse a negociar la recuperación y actualización real de las condiciones salariales de los docentes.

 Si la Administración no negocia en los despachos, se encontrará en la calle con la acción contundente, la determinación y la unidad de todos los maestros y profesores en las movilizaciones necesarias para que la Consejería de Educación nos tome en serio.

¿Tendremos que convocar movilizaciones...? ¿Tendremos que dejar de realizar todas las funciones y responsabilidades no reconocidas...? ¿Tendremos que convocar paros parciales que provoquen el caos en nuestros centros educativos...? ¿Tendremos que convocar días de huelga puntuales coincidentes con las evaluaciones de nuestros alumnos...? ¿Acabará el curso antes de tiempo...?

 

 

miércoles, 11 de septiembre de 2024

CONTRA VIENTO Y MAREA (Alfredo Aranda Platero, Vicepresidente del Sindicato PIDE)

 

El Sindicato PIDE, en realidad, ha existido siempre; desde el principio de los tiempos. PIDE representa la defensa de la educación pública, la lucha sincera no subvencionada, la independencia ideológica que te libera de pleitesías. PIDE ha existido siempre, solo que se materializó como ente físico, como organización, en 1999 para defender y servir a los docentes de la Educación Pública.

PIDE ganó las elecciones sindicales el pasado día 1 de diciembre de 2022, convirtiéndose, nuevamente, en el sindicato mayoritario. Pero para llegar hasta aquí hemos tenido que sortear todo tipo de obstáculos que la Administración, independientemente de su signo político, y los sindicatos tradicionales nos pusieron en el camino (y nos seguirán poniendo, sin duda alguna). Hemos tenido que avanzar, contra viento y marea, sin dar un paso atrás.

 Nos han criticado duramente, vilipendiado, maltratado, han intentado desprestigiarnos, echarnos ilegalmente de los foros de negociación donde los votos de los docentes nos llevaron..., pero en la era de la información les ha sido imposible cumplir con su retorcido objetivo. Bien traída estaría para describir esta situación aquella expresión que dice: «Ladran, Sancho, señal que cabalgamos». Y han ladrado mucho. Han ladrado cuando PIDE defendía, y lo hará siempre, la Educación Pública en las Comisiones de Escolarización, en el Consejo Escolar de Extremadura, en las Mesas Técnicas y Sectoriales y en todos los foros en los que estamos presentes. Han ladrado cuando demandamos a la Consejería de Educación por cerrar el CEIP Juan XXIII de Mérida, sin tocar, siquiera, los conciertos de los tres centros privados colindantes. Han gruñido cuando no les ha salido bien intentar que los muchos logros judiciales de PIDE sean ninguneados. Se han revuelto en sus asientos, incómodos y molestos, cuando hemos peleado para que los docentes extremeños recuperen el poder adquisitivo perdido en la última década. Han gritado, y se han alborotado sobremanera, cuando hemos pedido el cierre de los conciertos educativos innecesarios porque la red de centros públicos actualmente puede asumir las necesidades de escolarización sin necesidad de conciertos. Han vociferado cuando hemos pedido, y seguiremos pidiendo, que la religión salga fuera de las aulas y se imparta en edificios de la iglesia. Ladran, ladran y ladran. Por tanto, cabalgamos, cabalgamos y cabalgamos.

 

Los docentes han advertido, sin ningún género de dudas, que PIDE es el único sindicato que defiende la Educación Pública con la determinación necesaria para no dejarse amedrentar por aquellos que quieren destruirla. Y no son pocos los que pretenden dañarla. Unos, los que se dicen independientes, ungidos por el mandato divino de proteger todo lo que suena a religión y a conciertos educativos; otros, los que se erigen en defensores de los trabajadores y los obreros, encapsulados en una realidad en la que han quedado atrapados: los beneficios que obtienen en contraprestación a su docilidad sindical.

Mientras que los sindicatos tradicionales y el poder político se encamen cada día, enredados en intereses comunes inconfesables, el trabajador, el ciudadano, será para ellos, simplemente, un holograma que se disuelve con apenas un soplido.

Es descorazonador para mí, que soy un ferviente defensor del sindicalismo puro, libre, aquel que debe ser un instrumento del trabajador para la defensa de sus intereses, tener que ver la deriva en la que han caído los sindicatos tradicionales. Han pasado de ser el azote de los gobiernos a entregarles el látigo, como si se tratase de una ofrenda con la que claudican ante el amo.

 

 Durante muchos años el poder político cortejó a los sindicatos tradicionales; pero estos, al principio, se mantuvieron firmes. Sin embargo, no tardaron en sucumbir a la dote generosa de edificios regalados, subvenciones millonarias de las que disponen a discreción, la cesión subvencionada de cientos de cursos de formación, así como importantes parcelas de poder e influencia. Con semejante dispendio los sindicatos tradicionales cedieron al cortejo, aceptaron la dote y se institucionalizaron. Se convirtieron en «meretrices» del Estado. A partir de ese momento, los sindicatos tradicionales dejaron de ser sindicatos y se convirtieron en organizaciones, en el sentido menos condescendiente de la palabra. Lo que pasó después es del común conocimiento de la ciudadanía, transmitámoslo a las generaciones venideras para que no caiga en el olvido.

viernes, 7 de junio de 2024

DESCONCIERTO (ALFREDO ARANDA PLATERO, Vicepresidente Sindicato PIDE)

 «Las aulas para niños de dos años también serán gratis en la privada» (privada-concertada, se entiende). Con este titular –inocente en apariencia– un medio de comunicación extremeño abría una de sus noticias en diciembre de 2023. El nuevo ejecutivo extremeño decide sustraer de lo público para darle a lo privado, cosa que el gobierno anterior, no me cabe duda, también hubiera hecho. Los gobiernos se empeñan en financiar con fondos públicos negocios privados, lo que daña de gravedad a la educación pública. Es verdad que los políticos de ideología progresista tratan a los servicios públicos de forma diferente a como lo hacen los de ideología conservadora (los primeros parecen más protectores), pero también es cierto que al final todos adelgazan las arcas públicas para alimentar a lo privado.

  Sostener negocios privados con dinero público es una anomalía democrática, ética y económica: democrática, porque va contra la propia Constitución que en su artículo 27.5 habla de garantizar el derecho a la educación creando centros docentes (no financiando centros privados); ética, porque todo lo que se dé a la privada se le roba a la pública, y económica, porque la red de centros públicos, en la actual coyuntura de natalidad, es suficiente para escolarizar a todos los alumnos sin necesidad de conciertos. El Tribunal Constitucional avaló la retirada de subvenciones a los centros privados-concertados que segregaran por sexo. En realidad, si analizamos con la suficiente dedicación este tipo de centros advertiremos que discriminan también por otros motivos, como todos los que estamos informados sabemos, aunque el Constitucional no ha entrado a valorar esa otra realidad que es igual de grave.

  Administración pública, dinero público, educación pública. En esta ecuación no entran los conciertos, están metidos con calzador ideológico en la mayoría de los casos, cuando no como catalizador de toda una batería de intereses pactados entre los poderes fácticos (empresariales, sindicales y gubernamentales) que manejan a conveniencia los pilares fundamentales donde una sociedad se asienta. Y, lógicamente, si un término de la ecuación es erróneo, el resultado final de la operación no puede ser correcto. Los conciertos nacieron en 1985, con fecha de caducidad, para dar una respuesta puntual al exceso de alumnos que en ese momento no podía absorber la escuela pública por la falta de centros educativos producto de los 40 años de retraso que trajo la dictadura, pero han terminado parasitando el sistema, igual que una especie animal que se suelta en un hábitat al que no pertenece y termina desestabilizando todo el ecosistema.

 Los centros concertados están muy interesados en captar a los alumnos cuanto más pequeños mejor, para así no soltarlos ya hasta que no concluyan el bachillerato. Las subvenciones son la única manera que tienen de sobrevivir y, de paso, hacer negocio; porque como centros privados lo tendrían imposible, al menos en Extremadura. Por eso el titular con el que empezaba este artículo no es nada inocente, más bien al contrario, es una peligrosa declaración de intenciones de quien rige los destinos de la comunidad.

Los servicios públicos no pueden estar comprometidos por intereses privados, cuyo único desvelo es su propia sostenibilidad, su propio beneficio. Que se desvíe dinero público hacia bolsillos privados, cuando la educación pública está tan necesitada de inversión, supone una presunta malversación de fondos públicos. Le quiero mandar un mensaje a los políticos (no a todos, claro; solo a los culpables),  que permiten esta realidad (me da igual su orientación ideológica): Estáis quebrantando la Constitución, que se redactó antes de que existieran los conciertos educativos y faltando a los principios básicos de la democracia. Sé que vosotros, hacedores de lo indecible, perpetradores de lo intolerable, no tenéis los principios morales necesarios para proteger los intereses de los ciudadanos que tienen en vosotros depositada la responsabilidad de gobierno.

martes, 28 de mayo de 2024

"RATIOS Y OVEJAS" Perjudicar lo público en favor de lo concertado es un ataque a la democracia (ALFREDO ARANDA PLATERO, Vicepresidente Sindicato PIDE)

 

Hace pocos días la prensa española se hacía eco de una noticia que trataba sobre un pequeño colegio francés, de una localidad igualmente pequeña, donde 4 ovejas fueron matriculadas para evitar que la inspección cerrara un aula del centro educativo y seguir manteniendo, de esta manera, las 5 de las que disponían hasta ese momento.

La cosa es que necesitaban 98 alumnos para mantener el centro con todas sus aulas abiertas y tenían solo 94, por lo que pensaron en las ovejas. Una de las madres apuntaba, en defensa del centro, que la inspección contaba los niños como ovejas. Por tanto, la medida tenía su justificación.

 

Total, que un granjero local cedió a 4 de sus queridas ovejas (que tienen nombre y apellidos y dirección postal) al centro para evitar el cierre del aula. De hecho, las ovejas convivieron con los alumnos, para regocijo de estos y de aquellas, varias horas: ¡Qué menos, salvaron al centro del cierre inminente de una de sus aulas!

Las ovejas han vuelto a su granja pero siguen matriculadas en el colegio. Veremos si el inspector francés que se encargue del asunto, cuando vaya al centro a inspeccionarlo, cuenta a los niños como ovejas, porque si es así los animalitos pasarán desapercibidos.

 

En Extremadura, la Administración Educativa tiene otra forma peculiar de contar a los alumnos para vigilar la ratio y proceder a supresiones. Si la escuela es pública, mano dura; si la escuela es privada-concertada, vista gorda. Y lo llevan a rajatabla.

 Nos encontramos aulas en centros públicos con 12 alumnos que ya tienen encima la orden de desahucio, mientras aulas de centros concertados se autorizan con 5 alumnos (e, incluso, menos) si es necesario, y aquí paz y después gloria.

¿Por qué procede así la Administración educativa extremeña? ¿Están compitiendo con la Administración educativa francesa, a ver quién perjudica más a La Pública? ¿Podríamos decir que en Francia las ovejas hacen más por la escuela pública que su propia Administración educativa? ¿Podemos decir que en Extremadura la Administración educativa de tanto hacer la vista gorda está empezando a ver ovejas?

 Sea como fuere, lo que es realmente obsceno no es solo la doble vara de medir a la hora de suprimir unidades, sino también la constatación, cada vez más clara, de que todo parece formar parte de un plan elaborado para supeditar lo público a lo privado-concertado, para proteger los conciertos a toda costa aunque no hagan falta, mientras muchos centros públicos agonizan. Perjudicar lo público en favor de lo concertado es un ataque a la democracia que nos ampara. Los servicios públicos, todos, forman un conjunto que cualquier gobierno democrático tiene la obligación de proteger, y de no hacerlo estaría deslegitimado para seguir gobernando.

lunes, 15 de abril de 2024

EN RESPUESTA A FSIE-EXTREMADURA (SINDICATO DEL PROFESORADO EXTREMEÑO-PIDE)

 

Hace unos días el secretario autonómico de FSIE dirigía una carta a la Comisión de Escolarización de Badajoz, donde vilipendiaba al Sindicato PIDE. Un texto lamentable y patético por la carga de ignorancia que contiene, amén de insultos y ofensas a PIDE, impropio de un Secretario de una organización, para después hablar de dignidad... Precisamente esas injurias y mentiras que vierte sobre el Sindicato mayoritario de la Educación Pública es lo que le deja en evidencia de forma notable.

Sostiene este señor que PIDE utilizaba todos los foros para atacar a la enseñanza concertada, cuando lo que hacemos es utilizarlos para defender la educación pública, esa que a su sindicato le importa poco. No defendemos la Educación Pública por inquina a la concertada, como dice, sino porque La Pública es la única que debe ser sostenida con fondos públicos, la privada deber ser sufragada con dinero privado: el de los padres y madres que eligen esa educación. 

 

Aprovecha la carta referida para hablar de ideología, y ahí, claro, se mete en un jardín... Es claro que FSIE es un sindicato profundamente ideologizado y subvencionado, pero tampoco tengo interés en desenmascararlos, sobre todo porque no hace falta, es del común conocimiento qué ideología política los sostiene. PIDE tiene una ideología educativa. Lo que este señor no sabe (y cuando se entere igual entra en trance... ) es que los delegados de PIDE, en sus asambleas, no hablan ni una palabra de política ¡no nos interesa! Por eso, ideológicamente somos un sindicato transversal. Igual su sindicato debería probarlo, es liberador... 

 Dice, el infortunado, que queremos extinguir un sector de la educación, supongo que se refiere a la concertada, para beneficiar a la pública. Y eso lo dice con un cinismo sin tapujos, dado que su sindicato calló (y probablemente aplaudió) cuando, al producirse la fusión de dos IES públicos de Llerena, para proteger el centro concertado de la localidad, mandó a la calle a 20 profesores de la Educación Pública. O cuando se cerró el CEIP Juan XXIII de Mérida, protegiendo con ello los tres centros privado-concertados colindantes. O cuando cerraron el CEIP El Cristo de Villanueva de la Serena, sin tocar los centros concertados de la localidad. 

 

Miente el Sr. Secretario de FSIE diciendo que PIDE odia a los centros concertados y desprecia a sus trabajadores. Defender los intereses de la educación pública no es odiar a nadie. Intentar crear animadversión contra PIDE con embustes no creo que sea digno de un cargo sindical como el que este señor ostenta. Ataca además a los profesores de la Educación Pública diciendo que estos disfrutan del “protector manto de la oposición”. Ya la cosa pinta preocupante, parece haber perdido el oremus... A ver, señor secretario de FSIE, la oposición docente respeta los principios constitucionales de igualdad, mérito y capacidad. ¿Los docentes de la privada-concertada se eligen con estos principios? Es una pregunta retórica, todos sabemos cuál es el manto que protege a los docentes de la concertada...

Nos acusa de desear la desaparición de la red concertada, habla de la libertad de elección de centros y, -añade-, para rematar su ataque, que los conciertos fueron una decisión política acertada. 

 

Veamos. En Extremadura, a día de hoy, la red de centros públicos es suficiente para absorber la demanda de escolarización, porque hay más plazas públicas que alumnos escolarizables. Es así de simple y esta es una realidad estadística, son datos que no hemos inventado. Los conciertos nacieron, allá por los años 80, para escolarizar a los alumnos que no podían ser escolarizados en la escuela pública, porque el auge de escolarización de aquellos años excedía la capacidad de la Escuela Pública y esto era así porque no se construyeron los miles de centros públicos que sí hubiera sido posible edificar si la dictadura no hubiera supuesto un parón de 40 años en la evolución de la sociedad.

La decisión que fue, efectivamente, política llevaba consigo un compromiso (también político) que nunca llegó a cumplirse.Y este era que a medida que se fuesen construyendo centros públicos, se irían retirando los conciertos.

En cuanto a la libre elección de centros, esta hay que hacerla entre centros públicos y privados, que es a lo que realmente se refiere la Constitución, porque cuando la Constitución se redactó, en 1978, no existían los centros concertados. 

 

El secretario de FSIE dice que sus centros están inspeccionados como los demás, por eso, -supongo-, hay centros concertados con ratios autorizadas de incluso 3 alumnos, cuando en la pública se suprimen unidades basadas en una estricta vigilancia de las ratios. Eso al dirigente de FSIE no le preocupa, tampoco yo voy a echárselo en cara, ni le voy a decir que alienta con su posición la expulsión de sus puestos de infinidad de profesores y maestros de la Escuela Pública.

Termina su exposición llena de falsedades e insultos diciendo que PIDE considera a los profesores de la privada-concertada trabajadores de segunda. En absoluto es así ¡miente!

PIDE defenderá siempre la iniciativa privada, nos parece bien la educación privada y sus docentes tendrán la titulación que avala sus conocimientos, eso no lo dudamos... Otra cosa es subvencionar con dinero público negocios privados, que es la definición exacta de la educación concertada.Y estamos totalmente en contra de eso...

 Debo reconocer que este señor, el secretario de FSIE, hace su trabajo, defiende lo que le interesa defender y llega a causar cierta ternura la candidez de sus argumentos, aderezada por la ignorancia manifiesta que los alimenta. PIDE va más allá, defiende uno de los pilares básicos donde la sociedad se asienta: la Educación Pública, que se erige en un sector clave para el crecimiento de una sociedad democrática, para garantizar la igualdad de oportunidades y la cohesión social. 

Siga usted cargando sus tintas contra PIDE. Nosotros seguiremos a lo nuestro, defendiendo con uñas y dientes la Educación Pública, no entendemos nuestro existir sin este fin y cada día lo haremos con más fuerza. No le quepa duda...

 

 

viernes, 8 de marzo de 2024

"LAS CLANDESTINAS" (Alfredo Aranda Platero, Vicepresidente del Sindicato PIDE)

 Ahora que el fútbol femenino ha eclosionado con fuerza tras la victoria del combinado nacional en el campeonato del mundo celebrado en agosto de 2023 en Australia y Nueva Zelanda, es el momento de echar la vista atrás y advertir que llegar hasta aquí no fue, para las mujeres del fútbol, un camino de rosas, sino un campo plagado de espinas que tuvieron que sortear durante años.

La llamada selección ‘Clandestina’ estaba conformada por un grupo de mujeres que desafiaron a la Federación Española de fútbol en los años 70. En aquel momento la dictadura languidecía por el empuje de una sociedad que quería salir de la caverna oscura donde había estado encerrada durante cuatro largas décadas.

Jugaron su primer partido internacional ante la selección de Portugal en 1971, con la que empataron a 3 goles, en el campo de fútbol de La Condomina (Murcia). La Real Federación Española de Fútbol puso todas las trabas posibles y no le dio al partido, como era de esperar dada la mentalidad primitiva de sus dirigentes, la consideración de oficial. Tanto es así que las propias jugadoras prendieron con alfileres el escudo nacional en la camiseta, por la prohibición de lucir el atuendo oficial. El inicio del partido intentó ser boicoteado para que los aficionados no pudieran entrar al estadio, pero nada puedo evitar que más de 3.500 personas asistieran al inicio de una revolución y al derrumbe de una barrera de desprestigio y de obstáculos que había levantado el nacionalcatolicismo con la inestimable ayuda de uno de sus anacrónicos brazos ejecutores: la Sección Femenina de la Falange.

Pese a todos los impedimentos, sabotajes, insultos, agravios…, empezaron a proliferar clubes de fútbol a lo largo y ancho de toda España. El fenómeno ya era imparable. Y ‘Las Clandestinas”, apelativo que pretendía ser ofensivo pero que se convirtió en todo un reclamo y que ha quedado acuñado en los anales de la historia, tuvieron mucho que ver en la eclosión del fútbol femenino.

Tras más de una década de lucha por su reconocimiento llegó el primer partido oficial (febrero de 1983). En este primer partido internacional oficial (y, por tanto, reconocido por al RFEF) ya no estaban la mayor parte de ‘Las Clandestinas’: ellas abrieron el camino, otras siguieron sus pasos. Para llegar hasta ese punto ‘Las clandestinas’ tuvieron que sufrir la invisibilidad alimentada por el ninguneo de la prensa y de los telediarios de entonces; pero no pudieron con ellas, más al contrario su resistencia feroz consiguió que el fútbol femenino fuera ganando popularidad, de tal forma que el 5 de febrero de 1983 la RFEF terminó por reconocer a la sección femenina dándole la oficialidad debida al partido de España contra Portugal en La Guardia (Pontevedra).

Estas mujeres que rompieron con los estereotipos impuestos por una sociedad machista, que era la que imperaba en todos los órdenes de la vida en los años 70, fueron un símbolo de superación, una inspiración para otras mujeres que trascendió del fútbol a otros ámbitos. Su dedicación, su sacrificio, su pasión…, no solo llevaron a que hoy el futbol femenino esté en el candelero, sino también a que mujeres y hombres despertaran de su inducido letargo y se sacudieran, para siempre, el mezquino ideario, la malsana doctrina, de aquellos que habían secuestrado la identidad de España durante tantos años.

Más de 50 años después, el fútbol femenino que comenzó su andadura sorteando todo tipo de trabas y boicoteos, se convirtió en el mejor del mundo. El 20 de agosto de 2023 la selección femenina de fútbol de España ganó el mundial derrotando a Inglaterra en la final que se jugó el 20 de agosto de 2023 en Sidney (Australia) ante 76.000 espectadores en el estadio y 5.599.000 espectadores a través de la televisión, logrando una cuota de pantalla del 65,7 % (en el minuto de oro de la final llegaron a conectar con el partido 7,4 millones de personas a través de los receptores televisivos). Pero esa victoria no solo fue en lo deportivo, sino también supuso un triunfo sobre los machirulos que se agarran los testículos para expresar su machismo militante y dan piquitos sin consentimiento a sus trabajadoras para demostrar quien manda.

He decidido omitir del artículo los nombres de las valientes pioneras del fútbol femenino y de los hombres, que adelantados a su tiempo, ayudaron a sacarlas del ostracismo para así inducir al lector a profundizar en su historia, a buscar sus nombres y a ponerles cara. Este artículo pretende ser un pequeño homenaje y reconocimiento a su labor, esfuerzo y perseverancia.

viernes, 10 de noviembre de 2023

EL SUELDO DE LOS DOCENTES (ALFREDO ARANDA PLATERO, Vicepresidente Sindicato PIDE)

Es patente el malestar de los funcionarios docentes extremeños por la pérdida de poder adquisitivo de más del 20% en los últimos 12 años. Lo hemos dicho de todas las formas posibles en infinitas ocasiones, ya solo nos queda proclamarlo en sánscrito, pero siempre nos hemos topado con un muro de indiferencia. Volvemos a estar, de nuevo, en la cola de los docentes peor pagados de España.

 

La nueva responsable de la Consejería de Educación debe tomar conciencia de esta realidad perversa y empezar a ponerle solución. No debería omitir de su relato, ni excluir de sus objetivos, todo lo referente al tema salarial, porque de ser así caería en el error de sus predecesores en el cargo. El 0,5% con el que se incrementará la nómina a los funcionarios en noviembre o el previsible 2% que se sumará a partir de enero, aumentan el poder adquisitivo de los  la pérdida brutal acumulada en los últimos años. Es urgente incorporar en los presupuestos extremeños de 2024 una nueva subida porcentual significativa en la nómina, avanzando hacia la equidad entre autonomías y planificando la necesaria recuperación del poder adquisitivo en un corto intervalo de tiempo.

 

Este agravio con el resto de comunidades viene a corroborar esa sensación generalizada de que Extremadura es una comunidad injustamente tratada con respecto al resto de territorios, siendo los trabajadores, como siempre, los paganos de esta injusticia.


Tratar justamente a los trabajadores con la remuneración que merecen redundaría en su reconocimiento y autoestima y dignificaría, además, al gobierno de turno que trabajara por ese equilibrio entre comunidades. En España hay 17 comunidades autónomas, pero pareciera más bien que hay 17 países. La diferencia de sueldo de un docente entre una comunidad y otra puede llegar, incluso, a los 600 euros mensuales.  


Se debe acometer lo antes posible una negociación salarial para aumentar el poder adquisitivo del profesorado de la enseñanza pública extremeña.  Durante años hemos sufrido una merma importante de nuestra capacidad de comprar bienes y servicios, que en los últimos tiempos se ha agravado con el aumento de la inflación. Somos una pieza básica en el funcionamiento del estado del bienestar, por lo que debemos ser tratados con el respeto debido y nuestras reivindicaciones deben ser atendidas con la diligencia que se le presupone a un gobierno que se preocupa por la educación. En Extremadura llevamos más de 17 años sin negociar una adecuación retributiva. No se trata de cobrar los más de 80.000 euros anuales que ingresa un docente alemán; pero sí, al menos, recuperar la capacidad adquisitiva perdida e incrementarla según la carestía de la vida y avanzar, para terminar con los agravios, en la equiparación del sueldo de los docentes extremeños con los de otras comunidades cuyos emolumentos son sustancialmente superiores a los de nuestra región.


También se nos ha negado, tozudamente, la carrera profesional pese a que la normativa nacional y autonómica establece ese derecho. Extremadura la ha implantado solo en Administración General y en Sanidad, ignorando y despreciando al sector de la educación donde no ha empezado ni siquiera la negociación preceptiva. 


El profesor sufre un maltrato económico y laboral, dado que a la pérdida de poder adquisitivo perdido hay que sumar la enorme sobrecarga de trabajo que ha experimentado en cuando a funciones y responsabilidades. Ya no es solo un docente; ahora es, también, un psicólogo, un educador, un vigilante, un cuidador, un analista de datos estadísticos, un burócrata a la fuerza, un participante o coordinador en mil proyectos, un “punching-ball” para los padres, para los alumnos y para la administración e, incluso, para la sociedad en su conjunto. Un reciente estudio concluía que un 40% de los docentes sufre o ha sufrido ansiedad, depresión y agotamiento tanto físico como mental, lo que provoca bajas, dimisiones de equipos directivos y abandono de la profesión. 


Creo que ha llegado la hora de sentarse a negociar la mejora sustancial, nada de migajas, de las condiciones laborales y económicas de los docentes para acabar con la discriminación salarial, así como devolver al docente a su verdadera profesión primigenia: dar clases e impartir conocimientos. Y que la acción tutorial sea, verdaderamente, el instrumento vertebrador de la actividad docente encaminado a comprometer al alumnado y a sus familias con los objetivos del curso.  En bien sencillo, solo falta que los responsables escuchen a los docentes y se sienten a negociar con los sindicatos.

 


miércoles, 26 de julio de 2023

"A LA FRANCESA" (Alfredo Aranda Platero, Vicepresidente Sindicato PIDE)

 El 16 de junio nos enteramos por la prensa, que a su vez se enteró por un decreto publicado en el DOE, que la Consejera de Educación y Empleo, ya exconsejera, dimitía a la francesa. Se fue sin despedirse, sin dar la cara, con destino a la Diputación de Cáceres en donde le han hecho un hueco para que ejerza su magisterio como diputada.

No hubiera estado mal haberse mantenido en el barco, como máxima responsable de la consejería, para planificar el curso próximo porque el cambio efectivo de ejecutivo, si finalmente se produce, va a llevar su tiempo y la organización del curso escolar no puede esperar. Los miembros de su propio equipo a los que ha abandonado, lo harán por ella.

No tengo nada en contra de Esther Gutiérrez; es más, espero que le vaya bien y haya aprendido de sus errores, que han sido abundantes, para convertirse en mejor gestora. Sin embargo, como Consejera de Educación sí que tengo mucho que reprocharle.

Al principio de su «pontificado» parecía que teníamos a una consejera que iba a luchar por la educación pública y sus docentes codo con codo con los sindicatos, pero solo fue un espejismo que se diluyó en apenas un suspiro. Lo que tardó en poner en práctica esa desenfrenada pasión por suprimir unidades públicas y cerrar centros públicos completos, mientras que mantenía indemnes los conciertos con centros privados. Los padres, madres, accionistas y profesores de los centros concertados le agradecieron el gesto de cerrar centros públicos en vez de quitar los conciertos incensarios, aunque el 28 de mayo votaran a un partido distinto al que ella representa.


El latir de su discurso se fue diluyendo hasta entrar en parada. Se negó, terca e ilegalmente, a negociar la carrera profesional docente desobedeciendo con ello un acuerdo de la Mesa General; simplemente porque a ella no le parecía bien. Rechazó, con su testarudez habitual, hablar de equiparar el sueldo de los docentes con otras comunidades y compensar así la pérdida del 20% de poder adquisitivo que sufrimos, aduciendo que no había dinero para acometer esa subida. Pero acto seguido negó cualquier mejora en la educación pública aunque no costara ni un euro, quedando en evidencia su discurso vacuo y su nula voluntad de mejorar las condiciones laborales de sus docentes. Así, por ejemplo, se opuso, con tozudez supina, a que el curso próximo los maestros tuvieran las 23 horas lectivas que recomienda la LOMLOE (en lugar de las 25 actuales) y a suprimir las tardes para que los docentes de infantil y primaria tuvieran una verdadera jornada continua. Dos medidas que hubieran supuesto mejoras en la conciliación de la vida laboral y familiar para los maestros y que hubieran agradecido en las urnas. Votos que se quedaron en casa por la desafección de los docentes con la Consejera de Educación y que hubieran sido determinantes en las pasadas elecciones de mayo. No reconocerá sus graves desaciertos, porque la soberbia que cincela su carácter mengua extraordinariamente la capacidad de discernimiento y de percepción de la realidad.

Los políticos que hacen políticas mediocres no solo perjudican a los ciudadanos, sino también a su propio partido que sufre un descrédito que no merece pero del que es corresponsable. Porque es reprochable mantener durante ochos años en su puesto a quien no sabe gestionar asuntos tan importantes como la educación. Los mismos años que nos costó tener una orden de permisos docentes actualizada. Lo que se pudo hacer en 3 meses, la señora dirigente lo dilató 8 años.

La exconsejera de educación ha demostrado carencias importantes a la hora de la negociación, ya sea por falta de preparación, por no entender que todas las partes negociadoras tienen que ceder para llegar a un punto de encuentro, por una deficiente planificación de las reuniones, por no saber buscar alternativas, por no justificar los planteamientos, por su actitud distante y soberbia contra los representantes sindicales y las necesidades de sus docentes, etc.

Groucho Marx decía con la sátira que le caracterizaba: “Nunca olvido una cara, pero en su caso haré una excepción”. Hago mía, con respecto a la exconsejera, dicha reflexión. Además, remedando a Neruda diré, para terminar, que estos dolores son últimos que ella nos causa, y estas líneas son las últimas que yo le escribo.

PASTORAL EDUCATIVA (Alfredo Aranda Platero, Vicepresidente Sindicato PIDE)

 Reza, nunca mejor dicho, en la pastoral de todos los centros concertados religiosos, que son la mayoría, que la educación se basa en el trabajo y en la oración. Estilo educativo donde al alumnado debidamente uniformado como expresión clara del pensamiento único, se le adoctrina primero y se le enseña después. Y, por añadidura, como regalo a la fidelidad familiar, hinchan notas (en un claro ejercicio de presunta falsedad documental) como denunció un informe, que tuvo mucho eco en prensa, del Observatorio de Sistema Universitario (OSU) que decía que los colegios concertados y privados inflaban las notas de Bachillerato con sobredientes para así elevar las notas de corte (el 60 % nota de Bachillerato y el 40 %  de la PAU) para acceder a la universidad. Y, de paso, transmitir la falsa idea de excelencia educativa. Un engaño en toda regla, diseñado para aparentar.

Pese a que estamos en un estado aconfesional y que los centros concertados reciben dinero público (más las cuotas y aportaciones «voluntarias» de las familias), la jornada escolar en este tipo de centros empieza con el rezo obligatorio y durante toda la jornada la fe es una «asignatura» trasversal. 

Pastor, en primer término, se refiere a una persona que dirige a la oveja al redil, como animal manso, cuya capacidad de raciocinio es nula, solo caminan por la vereda que marca el pastor y todo el rebaño lo sigue. También se llama pastor a la persona que está encargada de transmitir las enseñanzas religiosas. Bastante ofensiva, por cierto, la palabra “pastor” aplicada a la religión; comparando fieles con ovejas. De hecho, “el señor es mi pastor” (salmo a David) y, por tanto, yo, su oveja, es el comienzo de uno de los salmos más conocidos. Considerar a los creyentes ovejas es una falta de respeto y la constatación clara del fundamento básico de la iglesia: la obediencia ciega.

En los principios de funcionamiento de este tipo de centros, el formar “buenos cristianos” (y por tanto, obedientes) es la base de sus desvelos. Y dicen, sin ningún rubor, que llevan una misión evangelizadora. Como aguerridos conquistadores. De hecho “dóciles a la voz del espíritu” aparece en algunos de sus preceptos fundacionales; presentándose, además, como educadores de la fe. Cito textualmente de una de sus web: “Cada día nuestras clases comienzan con una pequeña oración que nos ayude a vivir nuestra vida de forma coherente con nuestra fe. En momentos fuertes del año esta oración se realiza de un modo especial”. Y todo esto se permite en un estado aconfesional y con subvenciones públicas. 

No deja de ser de un cinismo evidente la insistencia con la que el portavoz del Grupo Parlamentario Vox en Extremadura no pierde la ocasión de acusar a los centros educativos extremeños (se refiere a los públicos, claro) de adoctrinar más que de trasmitir conocimientos; cuando, precisamente, son los colegios concertados religiosos los que tienen esa tendencia adoctrinadora, no los públicos que enseñan, verdaderamente, en libertad: “Piensa el ladrón que todos son de condición”. 

La LOMLE considera la educación pública con el eje vertebrador del sistema educativo. En su articulado aclara que los poderes públicos tienen que garantizar la educación pública con una suficiente oferta, así como se responsabilizan de promover un incremento progresivo de puestos escolares en la red de centros públicos. 

Los conciertos educativos nacieron con la LODE para dar respuesta a las necesidades de escolarización que excedía la capacidad de la educación pública, dado que la dictadura sufrida en España afectó de forma directa a la escolarización. El retraso impuesto por el régimen franquista, por el tardofranquismo y por la resaca de ambos fue, y de alguna manera sigue siendo, una pesada losa. Si España no hubiera sido arrasada por una dictadura los conciertos no existirían, porque la red pública se hubiera ido adaptando a las necesidades de escolarización. 

Los conciertos se autorizaron con la intención, según el gobierno de turno de aquel entonces, de asumir toda la demanda de escolarización mientras que en el país se construían los centros públicos suficientes para no ser necesarios los conciertos. Pero, sin embargo, lo que empezó como una medida transitoria, se convirtió en algo permanente y que, ahora, amenaza la supervivencia de la educación pública. 

Actualmente la red pública puede asumir las necesidades de escolarización sin acudir a conciertos con centros privados. O dicho de otra manera, la falta de alumnos hace innecesarios los conciertos educativos. Es una realidad que puede molestar a los defensores de los conciertos, pero que no podrán negar porque los datos no dejan lugar a la interpretación.