lunes, 15 de abril de 2024

EN RESPUESTA A FSIE-EXTREMADURA (SINDICATO DEL PROFESORADO EXTREMEÑO-PIDE)

 

Hace unos días el secretario autonómico de FSIE dirigía una carta a la Comisión de Escolarización de Badajoz, donde vilipendiaba al Sindicato PIDE. Un texto lamentable y patético por la carga de ignorancia que contiene, amén de insultos y ofensas a PIDE, impropio de un Secretario de una organización, para después hablar de dignidad... Precisamente esas injurias y mentiras que vierte sobre el Sindicato mayoritario de la Educación Pública es lo que le deja en evidencia de forma notable.

Sostiene este señor que PIDE utilizaba todos los foros para atacar a la enseñanza concertada, cuando lo que hacemos es utilizarlos para defender la educación pública, esa que a su sindicato le importa poco. No defendemos la Educación Pública por inquina a la concertada, como dice, sino porque La Pública es la única que debe ser sostenida con fondos públicos, la privada deber ser sufragada con dinero privado: el de los padres y madres que eligen esa educación. 

 

Aprovecha la carta referida para hablar de ideología, y ahí, claro, se mete en un jardín... Es claro que FSIE es un sindicato profundamente ideologizado y subvencionado, pero tampoco tengo interés en desenmascararlos, sobre todo porque no hace falta, es del común conocimiento qué ideología política los sostiene. PIDE tiene una ideología educativa. Lo que este señor no sabe (y cuando se entere igual entra en trance... ) es que los delegados de PIDE, en sus asambleas, no hablan ni una palabra de política ¡no nos interesa! Por eso, ideológicamente somos un sindicato transversal. Igual su sindicato debería probarlo, es liberador... 

 Dice, el infortunado, que queremos extinguir un sector de la educación, supongo que se refiere a la concertada, para beneficiar a la pública. Y eso lo dice con un cinismo sin tapujos, dado que su sindicato calló (y probablemente aplaudió) cuando, al producirse la fusión de dos IES públicos de Llerena, para proteger el centro concertado de la localidad, mandó a la calle a 20 profesores de la Educación Pública. O cuando se cerró el CEIP Juan XXIII de Mérida, protegiendo con ello los tres centros privado-concertados colindantes. O cuando cerraron el CEIP El Cristo de Villanueva de la Serena, sin tocar los centros concertados de la localidad. 

 

Miente el Sr. Secretario de FSIE diciendo que PIDE odia a los centros concertados y desprecia a sus trabajadores. Defender los intereses de la educación pública no es odiar a nadie. Intentar crear animadversión contra PIDE con embustes no creo que sea digno de un cargo sindical como el que este señor ostenta. Ataca además a los profesores de la Educación Pública diciendo que estos disfrutan del “protector manto de la oposición”. Ya la cosa pinta preocupante, parece haber perdido el oremus... A ver, señor secretario de FSIE, la oposición docente respeta los principios constitucionales de igualdad, mérito y capacidad. ¿Los docentes de la privada-concertada se eligen con estos principios? Es una pregunta retórica, todos sabemos cuál es el manto que protege a los docentes de la concertada...

Nos acusa de desear la desaparición de la red concertada, habla de la libertad de elección de centros y, -añade-, para rematar su ataque, que los conciertos fueron una decisión política acertada. 

 

Veamos. En Extremadura, a día de hoy, la red de centros públicos es suficiente para absorber la demanda de escolarización, porque hay más plazas públicas que alumnos escolarizables. Es así de simple y esta es una realidad estadística, son datos que no hemos inventado. Los conciertos nacieron, allá por los años 80, para escolarizar a los alumnos que no podían ser escolarizados en la escuela pública, porque el auge de escolarización de aquellos años excedía la capacidad de la Escuela Pública y esto era así porque no se construyeron los miles de centros públicos que sí hubiera sido posible edificar si la dictadura no hubiera supuesto un parón de 40 años en la evolución de la sociedad.

La decisión que fue, efectivamente, política llevaba consigo un compromiso (también político) que nunca llegó a cumplirse.Y este era que a medida que se fuesen construyendo centros públicos, se irían retirando los conciertos.

En cuanto a la libre elección de centros, esta hay que hacerla entre centros públicos y privados, que es a lo que realmente se refiere la Constitución, porque cuando la Constitución se redactó, en 1978, no existían los centros concertados. 

 

El secretario de FSIE dice que sus centros están inspeccionados como los demás, por eso, -supongo-, hay centros concertados con ratios autorizadas de incluso 3 alumnos, cuando en la pública se suprimen unidades basadas en una estricta vigilancia de las ratios. Eso al dirigente de FSIE no le preocupa, tampoco yo voy a echárselo en cara, ni le voy a decir que alienta con su posición la expulsión de sus puestos de infinidad de profesores y maestros de la Escuela Pública.

Termina su exposición llena de falsedades e insultos diciendo que PIDE considera a los profesores de la privada-concertada trabajadores de segunda. En absoluto es así ¡miente!

PIDE defenderá siempre la iniciativa privada, nos parece bien la educación privada y sus docentes tendrán la titulación que avala sus conocimientos, eso no lo dudamos... Otra cosa es subvencionar con dinero público negocios privados, que es la definición exacta de la educación concertada.Y estamos totalmente en contra de eso...

 Debo reconocer que este señor, el secretario de FSIE, hace su trabajo, defiende lo que le interesa defender y llega a causar cierta ternura la candidez de sus argumentos, aderezada por la ignorancia manifiesta que los alimenta. PIDE va más allá, defiende uno de los pilares básicos donde la sociedad se asienta: la Educación Pública, que se erige en un sector clave para el crecimiento de una sociedad democrática, para garantizar la igualdad de oportunidades y la cohesión social. 

Siga usted cargando sus tintas contra PIDE. Nosotros seguiremos a lo nuestro, defendiendo con uñas y dientes la Educación Pública, no entendemos nuestro existir sin este fin y cada día lo haremos con más fuerza. No le quepa duda...

 

 

viernes, 8 de marzo de 2024

"LAS CLANDESTINAS" (Alfredo Aranda Platero, Vicepresidente del Sindicato PIDE)

 Ahora que el fútbol femenino ha eclosionado con fuerza tras la victoria del combinado nacional en el campeonato del mundo celebrado en agosto de 2023 en Australia y Nueva Zelanda, es el momento de echar la vista atrás y advertir que llegar hasta aquí no fue, para las mujeres del fútbol, un camino de rosas, sino un campo plagado de espinas que tuvieron que sortear durante años.

La llamada selección ‘Clandestina’ estaba conformada por un grupo de mujeres que desafiaron a la Federación Española de fútbol en los años 70. En aquel momento la dictadura languidecía por el empuje de una sociedad que quería salir de la caverna oscura donde había estado encerrada durante cuatro largas décadas.

Jugaron su primer partido internacional ante la selección de Portugal en 1971, con la que empataron a 3 goles, en el campo de fútbol de La Condomina (Murcia). La Real Federación Española de Fútbol puso todas las trabas posibles y no le dio al partido, como era de esperar dada la mentalidad primitiva de sus dirigentes, la consideración de oficial. Tanto es así que las propias jugadoras prendieron con alfileres el escudo nacional en la camiseta, por la prohibición de lucir el atuendo oficial. El inicio del partido intentó ser boicoteado para que los aficionados no pudieran entrar al estadio, pero nada puedo evitar que más de 3.500 personas asistieran al inicio de una revolución y al derrumbe de una barrera de desprestigio y de obstáculos que había levantado el nacionalcatolicismo con la inestimable ayuda de uno de sus anacrónicos brazos ejecutores: la Sección Femenina de la Falange.

Pese a todos los impedimentos, sabotajes, insultos, agravios…, empezaron a proliferar clubes de fútbol a lo largo y ancho de toda España. El fenómeno ya era imparable. Y ‘Las Clandestinas”, apelativo que pretendía ser ofensivo pero que se convirtió en todo un reclamo y que ha quedado acuñado en los anales de la historia, tuvieron mucho que ver en la eclosión del fútbol femenino.

Tras más de una década de lucha por su reconocimiento llegó el primer partido oficial (febrero de 1983). En este primer partido internacional oficial (y, por tanto, reconocido por al RFEF) ya no estaban la mayor parte de ‘Las Clandestinas’: ellas abrieron el camino, otras siguieron sus pasos. Para llegar hasta ese punto ‘Las clandestinas’ tuvieron que sufrir la invisibilidad alimentada por el ninguneo de la prensa y de los telediarios de entonces; pero no pudieron con ellas, más al contrario su resistencia feroz consiguió que el fútbol femenino fuera ganando popularidad, de tal forma que el 5 de febrero de 1983 la RFEF terminó por reconocer a la sección femenina dándole la oficialidad debida al partido de España contra Portugal en La Guardia (Pontevedra).

Estas mujeres que rompieron con los estereotipos impuestos por una sociedad machista, que era la que imperaba en todos los órdenes de la vida en los años 70, fueron un símbolo de superación, una inspiración para otras mujeres que trascendió del fútbol a otros ámbitos. Su dedicación, su sacrificio, su pasión…, no solo llevaron a que hoy el futbol femenino esté en el candelero, sino también a que mujeres y hombres despertaran de su inducido letargo y se sacudieran, para siempre, el mezquino ideario, la malsana doctrina, de aquellos que habían secuestrado la identidad de España durante tantos años.

Más de 50 años después, el fútbol femenino que comenzó su andadura sorteando todo tipo de trabas y boicoteos, se convirtió en el mejor del mundo. El 20 de agosto de 2023 la selección femenina de fútbol de España ganó el mundial derrotando a Inglaterra en la final que se jugó el 20 de agosto de 2023 en Sidney (Australia) ante 76.000 espectadores en el estadio y 5.599.000 espectadores a través de la televisión, logrando una cuota de pantalla del 65,7 % (en el minuto de oro de la final llegaron a conectar con el partido 7,4 millones de personas a través de los receptores televisivos). Pero esa victoria no solo fue en lo deportivo, sino también supuso un triunfo sobre los machirulos que se agarran los testículos para expresar su machismo militante y dan piquitos sin consentimiento a sus trabajadoras para demostrar quien manda.

He decidido omitir del artículo los nombres de las valientes pioneras del fútbol femenino y de los hombres, que adelantados a su tiempo, ayudaron a sacarlas del ostracismo para así inducir al lector a profundizar en su historia, a buscar sus nombres y a ponerles cara. Este artículo pretende ser un pequeño homenaje y reconocimiento a su labor, esfuerzo y perseverancia.