lunes, 14 de octubre de 2024

«NO HAY DINERO» (ALFREDO ARANDA, Vicepresidente SINDICATO PIDE)

 

Este es un mantra que parece cuajar solo antes las necesidades del sector docente de Extremadura. Otras actividades sí han conseguido sus reivindicaciones.

Siempre que solicitamos al gobierno de Extremadura y, por ende, a la Consejería de Educación, que los docentes recuperen el poder adquisitivo perdido en los últimos 10 años (más del 20%), siempre, insisto, nos responden lo mismo: no hay dinero.

 Eso mismo les respondieron a los médicos hace casi dos años, cuando pedían reducción de pacientes por día y mejora de sus emolumentos. Los médicos convocaron una huelga para reivindicar sus justas peticiones. Apareció el dinero, desconvocaron la huelga.

 A nivel nacional, los letrados pidieron mejores condiciones económicas. Y les dijeron que no había dinero. Se pusieron en huelga y paralizaron el 82% de procedimientos judiciales. Tras dos meses de protestas, apareció el dinero y desconvocaron la huelga. El 28 marzo de 2023 firmaron el acuerdo por el que tendrían una subida salarial entre 430 y 450 euros mensuales. 

 A nivel municipal el procedimiento es el mismo. Los policías locales y los bomberos de Badajoz pedían una justa remuneración de su trabajo, pero les dijeron que no había dinero. Ante el cariz que estaba tomando la situación, apareció el dinero. En 2024 se concretó la subida salarial, que llegará a 475 euros mensuales en 2025 para los policías locales y 454 más al mes para los bomberos.

 El «no hay dinero» es un mantra que parece cuajar solo en el sector docente. La Junta de Extremadura se niega a recuperar, actualizar y negociar las condiciones salariales de los docentes. Y se hace fuerte en esa negativa con la colaboración de CCOO, CSIF y UGT que firman acuerdos que apenas suponen un aumento mínimo en la nómina y que, además, son falsos. Como, por ejemplo, el anuncio de acuerdo para la subida salarial del 2% pendiente de 2020 (y que el resto de comunidades cobraron a su debido tiempo) y que se pagará en cómodos plazos con la aquiescencia de los sindicatos tradicionales.

 Para que la Consejería de Educación estuviera en paz con los docentes, estos tendrían que cobrar un 20% más de los que ganan, a fin de recuperar el poder adquisitivo perdido en la última década. Una media de 500 euros más al mes. Todo lo que no sea eso, sería una limosna pactada con los sindicatos tradicionales que son tan culpables como la Administración de la bestial pérdida de poder adquisitivo que sufre el sector docente.

Tras años de reivindicaciones no atendidas y de la negativa a negociar de la Consejería de Educación, es el momento de exigir con contundencia lo que, por derecho, corresponde a los funcionarios docentes. ¡Ya está bien de tratarnos como funcionarios de segunda! Es momento de sentarse a negociar la recuperación y actualización real de las condiciones salariales de los docentes.

 Si la Administración no negocia en los despachos, se encontrará en la calle con la acción contundente, la determinación y la unidad de todos los maestros y profesores en las movilizaciones necesarias para que la Consejería de Educación nos tome en serio.

¿Tendremos que convocar movilizaciones...? ¿Tendremos que dejar de realizar todas las funciones y responsabilidades no reconocidas...? ¿Tendremos que convocar paros parciales que provoquen el caos en nuestros centros educativos...? ¿Tendremos que convocar días de huelga puntuales coincidentes con las evaluaciones de nuestros alumnos...? ¿Acabará el curso antes de tiempo...?