"La
granja de Wert"
22/05/2012 Alfredo Aranda Platero
22/05/2012 Alfredo Aranda Platero
Real Decreto 3/2002, de 11 de enero, por el que
se establecen las normas mínimas de protección de
las gallinas ponedoras, que deberán disponer de, al menos,
750 centímetros cuadrados de superficie de jaula por gallina.
Real Decreto 1135/2002, de 31 de octubre, relativo a las condiciones
mínimas para la protección de cerdos, que explicita
que las condiciones mínimas de suelo libre es de 2,25 metros
cuadrados por cerdo cuando el habitáculo contiene de 6
a 39 individuos (los verracos, 6 metros cuadrados/animal). La
explotación que no cumpla la normativa, a fecha del 1 de
enero de 2013, será bloqueada, no dando ninguna prórroga
ni periodo de adaptación. Real Decreto-Ley 14/2012 de recortes
en educación del Ministro Wert, por el que se aumentan
las ratios, es decir, más alumnos por metro cuadrado (1,5
m2 por niño): en primaria hasta 30 alumnos por aula, en
secundaria hasta 33 alumnos (pudiendo llegar hasta 36) y en bachillerato,
hasta 39 (pudiendo llegar a 40 y tantos alumnos por aula). En
definitiva que los animales de granja disponen de más metros
cuadrados que los alumnos del sistema educativo español.
Sin duda que los animales (cerdos, gallinas ponedoras, vacas?) tienen el derecho a ser tratados con dignidad, en eso hemos avanzado mucho y lo celebro. Sin embargo no parece que el bienestar de los alumnos importe mucho a este gobierno, pues mientras que mejoran las condiciones de espacio de cerdos y gallinas, empeoran las de nuestros escolares que son el futuro del país.
A finales del siglo XIX (principios del XX) la Institución Libre de Enseñanza, abanderada por Giner de los Ríos, marcaba como objetivo fundamental, como aspiración principal, la de formar personas (como tales). A principios del siglo XXI el gobierno, abanderado por Wert, pretende deformar personas y sistemas de igualdad, como la enseñanza pública. Esta conjugación coral del verbo recortar que la mayoría de las comunidades han entonado sumisas bajo la dirección implacable del Sr. Wert, es el preludio de un cambio de modelo social; como dijo el Sr. Ministro, días atrás, ?ahora son los recortes, más tarde vendrán las reformas?. Cada curso hay más ?alumnos objetores? en secundaria (que terminan convirtiéndose en ?alumnos-disturbio?) que provocan disrupciones continuas en las clases (indisciplina de baja intensidad, esa que no sale en las estadísticas) lo que condiciona seriamente el transcursos de la jornada escolar. Esta realidad se agigantará al elevar las ratios, y es fácil predecir que aumentará el fracaso escolar y el hartazgo del profesorado (ya muy degradado). Mientras todo se desploma el señor Ministro y su séquito adorador seguirán hablando, con su cinismo acostumbrado, de ?excelencia educativa?.
Despido de docentes interinos, subida de ratios, aumentos de horas lectivas, disminución de oferta educativa, retirada de las becas salario a los universitarios que les quede una asignatura (universidad para ricos o superdotados)? es una negra procesión de agresiones infames al sistema público de educación, que contrasta con otra procesión, no menos infame, de gastos injustificados y no me refiero a los 180.000 euros que cuesta el retrato del presidente, en funciones, de Asturias, Sr. Álvarez-Cascos, o los 83.000 que vale el del exministro Bono (de este tipo de gastos hay, desgraciadamente, miles); me refiero a los más de 8.000 coches oficiales que hay en España (unos 1.000 en EEUU), a los conciertos educativos allí donde no hacen falta, a la dispensa del pago del IBI del que disfruta la Iglesia (y son miles de edificios), al exceso de políticos (300.000 más que en Alemania y el doble que Italia y Francia, a cargo del presupuesto del Estado), a las 200 oficinas que ciertas comunidades autónomas tienen en el extranjero, a la burbuja inmobiliaria que permitieron y alentaron socialistas y populares, a la amnistía de los bancos sea cual sea su delito (y para más inri la financiación con dinero público de su rescate; no hay dinero, por ejemplo, para la sanidad y la educación, pero sí hay 10.000 millones para Bankia)? y así podríamos seguir indefinidamente. Como día Pérez Reverte: ?Puto País?. El gobierno fagocita el estado del bienestar, mientras busca dinero en los bolsillos de los pobres para dárselo a los ricos en una versión pervertida de la leyenda de Robin Hood, el príncipe de los ladrones.
La educación es el contrapeso de las diferencias sociales, la que mantiene el equilibrio, tocar este pilar fundamental pude hacer derrumbarse, como si de un edificio se tratase, todo lo que se ha conseguido en los últimos treinta años. El país que no invierte en educación, hipoteca su futuro; y el que desinvierte lo hipoteca ya desde el presente.
Sin duda que los animales (cerdos, gallinas ponedoras, vacas?) tienen el derecho a ser tratados con dignidad, en eso hemos avanzado mucho y lo celebro. Sin embargo no parece que el bienestar de los alumnos importe mucho a este gobierno, pues mientras que mejoran las condiciones de espacio de cerdos y gallinas, empeoran las de nuestros escolares que son el futuro del país.
A finales del siglo XIX (principios del XX) la Institución Libre de Enseñanza, abanderada por Giner de los Ríos, marcaba como objetivo fundamental, como aspiración principal, la de formar personas (como tales). A principios del siglo XXI el gobierno, abanderado por Wert, pretende deformar personas y sistemas de igualdad, como la enseñanza pública. Esta conjugación coral del verbo recortar que la mayoría de las comunidades han entonado sumisas bajo la dirección implacable del Sr. Wert, es el preludio de un cambio de modelo social; como dijo el Sr. Ministro, días atrás, ?ahora son los recortes, más tarde vendrán las reformas?. Cada curso hay más ?alumnos objetores? en secundaria (que terminan convirtiéndose en ?alumnos-disturbio?) que provocan disrupciones continuas en las clases (indisciplina de baja intensidad, esa que no sale en las estadísticas) lo que condiciona seriamente el transcursos de la jornada escolar. Esta realidad se agigantará al elevar las ratios, y es fácil predecir que aumentará el fracaso escolar y el hartazgo del profesorado (ya muy degradado). Mientras todo se desploma el señor Ministro y su séquito adorador seguirán hablando, con su cinismo acostumbrado, de ?excelencia educativa?.
Despido de docentes interinos, subida de ratios, aumentos de horas lectivas, disminución de oferta educativa, retirada de las becas salario a los universitarios que les quede una asignatura (universidad para ricos o superdotados)? es una negra procesión de agresiones infames al sistema público de educación, que contrasta con otra procesión, no menos infame, de gastos injustificados y no me refiero a los 180.000 euros que cuesta el retrato del presidente, en funciones, de Asturias, Sr. Álvarez-Cascos, o los 83.000 que vale el del exministro Bono (de este tipo de gastos hay, desgraciadamente, miles); me refiero a los más de 8.000 coches oficiales que hay en España (unos 1.000 en EEUU), a los conciertos educativos allí donde no hacen falta, a la dispensa del pago del IBI del que disfruta la Iglesia (y son miles de edificios), al exceso de políticos (300.000 más que en Alemania y el doble que Italia y Francia, a cargo del presupuesto del Estado), a las 200 oficinas que ciertas comunidades autónomas tienen en el extranjero, a la burbuja inmobiliaria que permitieron y alentaron socialistas y populares, a la amnistía de los bancos sea cual sea su delito (y para más inri la financiación con dinero público de su rescate; no hay dinero, por ejemplo, para la sanidad y la educación, pero sí hay 10.000 millones para Bankia)? y así podríamos seguir indefinidamente. Como día Pérez Reverte: ?Puto País?. El gobierno fagocita el estado del bienestar, mientras busca dinero en los bolsillos de los pobres para dárselo a los ricos en una versión pervertida de la leyenda de Robin Hood, el príncipe de los ladrones.
La educación es el contrapeso de las diferencias sociales, la que mantiene el equilibrio, tocar este pilar fundamental pude hacer derrumbarse, como si de un edificio se tratase, todo lo que se ha conseguido en los últimos treinta años. El país que no invierte en educación, hipoteca su futuro; y el que desinvierte lo hipoteca ya desde el presente.
No hay comentarios:
Publicar un comentario