jueves, 2 de julio de 2015

"Oposiciones", carta de nuestro compañero Fernando enviada a los medios de comunicación

OPOSICIONES


De nuevo el bombo gira, de nuevo comienza a repetirse el despropósito de la selección artificial, memorística y alienante. Otra vez el simulacro de la justicia, la pantomima de la igualdad y la objetividad. Otra vez el trabajo y las condiciones de vida de un colectivo de trabajadores/as extremeños/as en juego. De nuevo, la discriminación se hace patente, insufrible, real como la vida misma.

Ante la inminencia de una huelga general que está siendo alentada y argumentada por los ¿sindicatos?, determinados partidos políticos y por la Junta de Extremadura, se esgrimen argumentos como la discriminación intolerable que supone para el mundo rural la ley aprobada por el gobierno del PP. Y es cierto que dicha ley supone la pérdida de derechos sociales y laborales tan sufridamente conseguidos, que supone un talante discriminativo con la sociedad rural y con los trabajadores en general. Están justificadas todas las luchas y protestas, las huelgas y movilizaciones.

Pero, ¿cómo los mismos ¿sindicatos?, partidos y Juntas permiten otra serie de discriminaciones? Quien discrimina 1 o 20 veces, es discriminativo y quien lo consiente, también lo es. Por lo tanto, CCOO, UGT, PSOE, PP, Junta de Extremadura, Gobierno Central son discriminativos, por haber discriminado al colectivo de interinos docentes (en general al colectivo de interinos) con respecto a los interinos de Sanidad, dando un trato totalmente diferente a unos y otros. Que ahora no utilicen hipócritamente el argumento de la discriminación, ellos sí que discriminan. Firmando planes de estabilidad laboral para interinos/as docentes en el País Vasco, en Andalucía, Cataluña,... y aquí no. Recurriendo apartados inconstitucionales de los acuerdos de interinidades en nuestra CCAA y en otras consintiendo el tratamiento diferenciado. Permitiendo y pactando ofertas de empleo mal coordinadas y perjudiciales para nuestra comunidad respecto a otras autonomías. Sí, estas y otras discriminaciones. Y así, han permitido, hemos consentido que nos volvamos a enfrentar a una oposición-concurso en el que es falso que la experiencia sea determinante, ya que sólo vale una décima parte de la valoración global y siempre que antes hayas aprobado los cuatro ejercicios totalmente memorísticos, que desarrollan un temario que no tiene nada que ver con la práctica educativa. Un proceso en el cual formarán parte de los tribunales compañeros/as que han trabajado con nosotros/as a lo largo del curso y que saben cual es nuestra capacidad para desempeñar nuestro trabajo, compañeros/as que probablemente hayan aprobado una sola vez la oposición y que examinarán a otros /as compañeros/as que hemos aprobado tres veces la oposición, pero que debido al mal funcionamiento del sistema, no obtuvimos plaza. Puede que en esta oportunidad, los “hados” determinen nuestro paso a las listas del paro, sin indemnización alguna y con nuestra familia soportando nuestra discriminación. Y lo hará una Administración que ha estado incumpliendo sus promesas de diálogo, que no se ha preocupado de conocer la realidad social y educativa de nuestra comunidad y que se ha estado aprovechando del colectivo de interinos/as para realizar las tareas educativas que no quieren nuestros compañeros/as fijos/as: tutorías, clases de secundaria y no de bachillerato, o sí pero de 2º con la responsabilidad de la selectividad, peores horarios, incorporación a las plantillas con el curso ya casi empezado, grupos conflictivos, asignaturas que no son de nuestra especialidad, itinerancias,... Como agradecimiento a nuestros méritos demostrados en el día a día y con las oposiciones una o varias veces aprobadas, nos hacen entrar de nuevo en el bombo de este absurdo proceso, sin ninguna ventaja como quieren hacer creer, pues tenemos que estrujar el tiempo para poder estudiar algunas horas después de dar clases, atender a madres y padres, asistir a evaluaciones, claustros, reuniones de equipos educativos, preparar adaptaciones curriculares, seleccionar y corregir ejercicios, organizar y participar en actividades extraescolares, .... y luego atiende a tu familia, y después, si puedes y tu mente está dispuesta, no descanses porque tienes que retener un montón de conocimientos memorísticos para aprobar 4 exámenes y así tener derecho a que tengan en cuenta tu preparación y experiencia.

Nosotros/as no tenemos la culpa de tener estos sindicatos y estas administraciones ¿o quizás sí? Pero de lo que sin duda no somos culpables es del paro de los opositores no interinos y no nos vamos a sentir mal por defender mi puesto de trabajo, no contra nadie sino como expresión de un derecho fundamental. Si se aplicasen las leyes, si se mejorasen, si de verdad se apostase por una educación pública de calidad, no tendrían necesidad de discriminarnos ni de culpabilizarnos frente a opositores/as no interinos/as. Si se bajasen las ratios, se aplicaran refuerzos, desdobles, apoyos, si se realizase una educación más personalizada y participativa, si se invirtiese en material y personal, si de verdad se llevara a cabo el arte de educar en las escuelas e institutos públicos de nuestra comunidad eminentemente rural, no estaríamos pendiente de unas bolas que determinarán que miembros de la precaria comunidad educativa irá a la cada vez más temida lista del paro, seamos interinos o no.

Que se detenga el bombo y se bloquee la salida de las bolas, que se imponga la razón y la justicia real y la no discriminación. Que actúen los tribunales para que el efecto de tanto despropósito no vuelva a afectar a las mismas personas y en los mismos lugares. Ya lo están haciendo algunos por las irregularidades e injusticias del año pasado en Pedagogía Terapeútica, que no pase más, entre todos debemos evitarlo.

Fernando Cabrero Rubio