jueves, 11 de marzo de 2021

CARTA ABIERTA A LA CONSEJERA DE EDUCACIÓN DE EXTREMADURA.

Señora consejera, en esta vida todo, o casi, es relativo; sin embargo, hay cosas
que son absolutas o, al menos, deberían serlo. De un político, con mayúsculas, se espera
que cumpla la ley, que respete las decisiones judiciales, que no  utilice subterfugios para
dilatar la aplicación de una sentencia; y más, cuando esta es firme.


Las sentencias judiciales se respetan, pero todas; eso de acatar unas sí y otra no
deslegitima el discurso de quien dice ponerse de parte de la justicia obviando, al mismo
tiempo, una sentencia firme como la de PIDE que reconoce que los interinos con
vacante deben estar en su puesto el 1 de septiembre y, además, añade una retroactividad
de 4 años, a efectos administrativos y económicos.


Aunque PIDE ha conseguido uno de los objetivos importantes: que los interinos
con vacante se incorporen el 1 de septiembre a partir del curso 2021-2022, no podemos
estar plenamente satisfechos cuando usted, señora, niega la retroactividad de cuatro
años de una sentencia ejecutada ya en el demandante y extendida a varios interinos. Este
empecinamiento, que no me supone sorpresa alguna, provocará que PIDE colapse la
administración pidiendo las extensiones individuales por vía judicial.


Que ahora diga que corrobora que los interinos con vacante se incorporen el 1 de
septiembre a partir del curso 2021-2022 “por el interés de dar certidumbre al colectivo”,
porque  supone “una igualdad de oportunidades y una mejora laboral” y porque
“beneficia a la organización del curso escolar y eso redunda en la calidad de la
enseñanza y, por tanto, en el alumnado”, no deja de asombrar dado que dichos
beneficios se han dado siempre y si, finalmente, reconoce este derecho es porque se ha
visto usted cercada judicialmente y no porque sea la valedora de los derechos de los
docentes como, en rueda de prensa, pretendía transmitir con esa serenidad impasible con
la que los políticos esconden las impurezas de sus decisiones e intentan esconderse tras
un manto de acrisolada rectitud, pero que no es otra cosa que la constatación irrefutable
de cómo se disuelven, hasta quedar en nada, los principios básicos de una ideología que
debería estar por encima de las veleidades personales.


Obligar a PIDE a reactivar las extensiones individuales de sentencia es una
irresponsabilidad por su parte, consejera; porque con el dinero del contribuyente, no lo
olvide, se tendrá que pagar las costas que TSjex imponga a la Junta de Extremadura,
dado que el desenlace lógico es que el tribunal ratifique las extensiones de sentencia,
profusamente argumentadas, e interponga las costas a la administración negacionista.


En diciembre de 2020, en rueda de prensa (después ratificado en comparecencia
en la Asamblea de Extremadura), la consejería comunicó que se reconocían las dos
sentencias que había al respecto y se incorporarían, por tanto, los interinos el 1 de
septiembre con la retroactividad de 4 años. ¿Qué ha cambiado para que se incumpla la
palabra dada? Por una tercera sentencia, que le ha venido llovida del cielo, a favor de la
administración, es decir, en contra de los derechos de los interinos... pero que nada tiene
que ver con la sentencia firme de PIDE, que es otra distinta, que es otro proceso
diferente. Si en diciembre la sentencia de PIDE era válida, por firme y ejecutada, más
válida es ahora; y negarlo y poner palos en las ruedas para que los interinos que cumplan los requisitos de la sentencia no puedan beneficiarse de ella en toda su
amplitud, es una muestra fehaciente de la eterna paradoja de gobernantes, elegidos por
el pueblo, negando derechos al pueblo.


No voy a entrar en los motivos reales, consejera, por los que prefiere la
confrontación al diálogo, por los que opta por entorpecer la extensión de los efectos de
una sentencia firme oponiéndose al más básico sentido de la justicia; pero sí diré, que su
actitud es una clara declaración de intenciones y que nada tiene que ver con un
desarrollo responsable de sus competencias como consejera. Una pena.


En este erial de la política sin concierto, de la testarudez vana, del desamparo en
la que los derechos sufren las inclemencias de la política imperfecta, no cejaremos ni un
momento de luchar con todo nuestro ser, consejera, por los docentes que trabajan en
Extremadura e igual nos da las piedras que se nos pongan en el camino, devoraremos las
dificultades, no le quepa duda, hasta saciar muestra hambre de justicia social.

Alfredo Aranda Platero
Vicepresidente de PIDE