QUIERO que se quede bien claro al principio que estoy hablando hoy
del caso inglés. (No puedo hablar del caso británico porque
el sistema educativo de los escoceses es mucho mejor que el inglés.)
Hoy día hay un montón de funcionarios cuya función
es de traer nuevas iniciativas a los colegios. Sé que los profesores
ingleses odian la frase: «Nueva iniciativa» porque suele
significar más papeleo y un nuevo sistema de enseñanza
para reemplazar el viejo sistema, que no tenía nada de malo.
Pero esa gente tiene que tener algo para ocupar sus días. El
gobierno presume de más exámenes aprobados y el porcentaje
de alumnos que van a la universidad. Pero la educación no se
puede medir exclusivamente por exámenes aprobados. De hecho,
esa obsesión con exámenes es lo que está estropeando
la enseñanza. Les expongo un par de ejemplares de esta nueva
educación.
Hace treinta años el título universitario era difícil
de conseguir, porque los exámenes que seleccionaban a los jóvenes
estudiantes eran realmente duros, así que aproximadamente un
10% de los ingleses iban a la universidad. Una vez allí, tenían
que trabajar mucho para conseguir un buen título. De este modo
un potencial patrón sabía que, si buscaba a tipos universitarios
para hacer un tal puesto de trabajo, podía estar seguro del alto
nivel de educación de los aspirantes. Hoy día, muchas
veces los candidatos no saben ni escribir una carta correctamente aunque
tengan todos los títulos del mundo. Entonces si el título
universitario no sirve para garantizar que tal persona tenga tal habilidad
o nivel de conocimientos, ¿Para qué sirve el título?
En los exámenes de la selección el caso es peor todavía,
y sobre todo en el mundo de los idiomas. Un estudiante de francés
debe ser capaz de hablar durante unos minutos sobre un tema elegido.
Así que, aunque no se debe hacer, todo el mundo se pone a ensayar
el discurso y después de unos meses nuestro estudiante es capaz
de dialogar acerca de las campañas de Napoleón durante
la guerra de no sé que. También puede contestar algunas
preguntas básicas acerca de su tema. Sin embargo el mismo estudiante
es, a veces, incapaz de responder correctamente a preguntas cómo;
«¿Cuál es la fecha de hoy?». Y en una tienda
en Francia estaría tan perdido cómo un pulpo en una maleta.
Los exámenes engañan y mientras los profesores han estado
enseñando a sus cargos cómo aprobar tantos exámenes,
al mismo tiempo han perdido la oportunidad de inspirar a los alumnos.
Pero también existe la educación que se recibe en casa.
Y otra vez quiero que se quede bien claro que estoy hablando del caso
(esta vez, sí) británico. Durante los años 80 la
economía británica experimentó un boom y nacieron
los yuppies. Esa gente solía ganar un dineral vendiendo acciones
u otras cosas de escasa importancia y para ellos lo de tener hijos era
simplemente otro hito en la vida: una cosa que se hacía. Sin
embargo, cómo eran ricos de dinero y pobres de tiempo, nunca
tenían tiempo suficiente cómo para educar bien a sus hijos.
Y creció toda una generación que casi nunca había
oído la palabra: «No». Cuando esa generación
de chavales llegó a los colegios creó una ola de problemas
en cuanto a la disciplina, ya que no existe ningún castigo de
verdad. (De hecho, con los pocos que son realmente malos, sólo
hay una opción: expulsarles, y eso es lo que quieren).
Siempre ha sido fácil decir: «Sí» a los pequeños,
pero no es siempre la mejor respuesta. A veces la gente aprende a apreciar
el valor de las cosas si ha tenido que trabajar para conseguirlas. Sé
que es duro, pero es así.
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